Por: Angélica Claudio Merced
Según estudios médicos un 30% de la población infantil en Estados Unidos y Puerto Rico podría experimentar convulsiones febriles. Las convulsiones febriles son convulsiones causadas por una fiebre, en la que el paciente pierde el conocimiento y puede tener temblores incontrolables en diversas partes del cuerpo. Observar a un niño durante una convulsión es una experiencia traumática para cualquier padre, por lo que es importante saber identificar cuándo una convulsión es febril para recibir tratamiento inmediato.
“Las convulsiones febriles son unas crisis neurológicas que ocurren entre los 6 meses hasta los cinco años y están siempre asociadas a una fiebre de más de 38°C o más de 100.4°F. Usualmente ocurren en nenes que tienen infecciones, excepto infecciones a nivel del sistema nervioso central”, dijo Sherry Santiago neumóloga pediátrica de Hospital Auxilio Mutuo.
Existen dos tipos de convulsiones febriles: las simples y las complejas. Las convulsiones febriles simples son las más comunes. En ellas el paciente presenta movimientos en brazos y piernas durante menos de 15 minutos y ocurre una sola vez en un periodo de 24 horas. Estas convulsiones no tienen ninguna consecuencia en la salud del menor y no requieren tratamiento. Si el episodio dura 15 minutos o más (hasta 30 minutos si es una serie) es considerada convulsión compleja y es aquí cuando el paciente deber ser llevado a evaluación médica.
Según la doctora Santiago, lo primordial es identificar la causa de la fiebre mediante un examen físico. De esta manera se determinará el proceso a seguir, que en el caso de las convulsiones febriles complejas se realizan laboratorios o estudios de neuroimagen y se recetan medicamentos anticonvulsivos para detener los episodios.
“Las convulsiones febriles no se pueden prevenir, pero se le recomienda a los padres que midan la temperatura con un termómetro, no con la mano y darle acetaminofén cada 4 horas para prevenir la fiebre o convulsiones. Si tiene una convulsión ponga la cabecita sobre su falda para evitar traumas y de lado para que no aspire el vómito. Además, tome con un reloj el tiempo de la convulsión para saber si necesita tratamiento”, puntualizó la especialista.