Por: Redacción Pediatría y Familia
El mundo a nuestro alrededor condiciona muchos de nuestros gustos y comportamientos, sobre todo en los más pequeños, pues muchas veces sienten la necesidad de encajar en sus entornos. Y sin duda, la tecnología es una de las formas en las que los pequeños pueden sentirse parte de su círculo social.
Ya no resulta extraño ver a niños usando su propio iPhone o tablet y notar que dedican tiempo a actividades que se consideraban -hace algunos años- como valiosos juegos.
Atrás han quedado, para varias familias, los días de resolver rompecabezas, permitir al niño rayar o dibujar. En muchos casos, se cree que al niño no le agradan este tipo de juegos así que se omiten dentro de sus rutinas. Pero, en realidad, esto es un comportamiento influido por nuestras rutinas.
Si el pequeño observa que cada día lo primero que se revisa es el celular, que se enciende el televisor o que se usa la tablet, no considerará otras opciones para divertirse.
Por eso, aprovechando la época decembrina, los expertos en psicología infantil y la Asociación Americana de Pediatría (AAAP) afirman que los mejores regalos navideños para los niños son -al igual que en nuestra época- los rompecabezas, libros para colorear o de literatura infantil y los bloques de madera. A medida que los bebés crecen, tener este tipo de juguetes cerca, los ayuda a fortalecer habilidades relacionadas con la motricidad, el desarrollo de relaciones interpersonales y a interactuar con el mundo a su alrededor.
Dile NO a la tablet si tu hijo tiene menos de 5 años
Por el bien de tu pequeño, no le regales en esta navidad una tablet o un teléfono móvil. Diferentes estudios demuestran que esto afecta a corto, mediano y largo plazo en la salud física y mental de los niños. Por ejemplo, se ha comprobado que los bebés y niños que se acercan a la tecnología antes de cumplir el primer año, pueden presentar retraso leve o moderado en el desarrollo del habla y lenguaje.
En otros casos, los pequeños se aíslan tanto con los juegos y el uso de estos dispositivos que les resulta difícil interactuar con otros niños o personas de su entorno.
La recomendación de la AAP es regresar a los juegos de nuestra infancia. Los bloques y rompecabezas estimulan la imaginación del niño, permiten crear nuevas conexiones cerebrales y sobre todo, nos permiten participar de sus aventuras. Así, descubriremos la personalidad de nuestro hijo, contribuiremos con su desarrollo físico y emocional y fortaleceremos aún más nuestros lazos.