La parasitosis es una infección del tubo digestivo, que pueden producirse por ingerir huevos o larvas de gusanos, o por la penetración transcutánea desde el suelo.
Las infecciones parasitarias intestinales provocan un número importante de infestaciones en los niños. Los parásitos más frecuentes en nuestro medio son: giardias, oxiuros y, en menor grado, ascaris; pero, en las últimas décadas, los pediatras han observado un incremento del número de casos y parásitos no tan habituales.⠀⠀
Los niños entre 1 y 5 años son los más susceptibles de infectarse y alrededor del 25% de los infantes en el mundo pueden presentar este tipo de infecciones.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
¿Cómo se pueden contagiar?⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
- Frutas y legumbres contaminadas y mal lavadas o desinfectadas antes de ingerirlas.⠀⠀⠀⠀⠀
- Fuentes de agua contaminadas.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
- Falta de lavado de manos con agua y jabón.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
- Cuando los niños caminan descalzos en suelos de tierra principalmente.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Síntomas⠀⠀⠀⠀⠀⠀
- Dolor abdominal constante.
- Barriga hinchada o exceso de gases.
- Períodos de diarrea intercalados con estreñimiento.
- Presencia de pequeños puntos blancos en las heces.
- Alteraciones del apetito con mucha o poca hambre.
- Heces muy oscuras.
Tratamientos
Aunque algunos especialistas en pediatría no recomiendan dar antiparasitarios de manera regular si los niños no presentan dichos síntomas, debido a que podrían causarle problemas gastrointestinales, el desparasitante más utilizado para combatir este malestar es el mebendazol o metronidazol.
Si los síntomas persisten es necesario descartar una inmunodeficiencia que será tratada por el profesional de la salud.
Por otra parte, recuerda proporcionarle a tu hijo mucha agua, mantenerlo ejercitado y promover actividades que le relajen y aumenten su energía.