Muchos padres adoptamos como costumbre dar un beso todas las noches a los niños antes de dormir, y es que más que un hábito, estudios recientes han demostrado que para los niños este acto de ternura tiene un significado mucho más profundo del que podríamos imaginar.
Cuando les demostramos a los niños cuánto los queremos antes de dormir, estamos fortaleciendo su autoestima, su confianza y percepción de sí mismos, factores fundamentales en el desarrollo cognitivo y emocional.
¿Qué transmite el beso de buenas noches?
Los besos son perfectos para que los niños puedan liberar el estrés que han acumulado durante el día, se sientan tranquilos, duerman mejor y tengan una sensación de paz.
Adicionalmente, es la plena demostración con la que podemos hacerle saber a los pequeños que estamos con ellos y para ellos incondicionalmente sin importar el momento o la hora. Esto a los niños les brinda una sensación de bienestar, equilibrio, control y apego a sus padres que se extenderá a lo largo de la vida.
Es importante que en la relación de padres e hijos haya siempre demostración de cariño, aceptación, comprensión. Podrás transmitir, sin palabras, muchas cosas que son necesarias para los niños, de manera que el amor no es una opción.
Aprovecha este espacio para crear un momento único y especial: íntimo. Haz que estos espacios, sean espacios de calidad a pesar del cansancio, estrés o infortunios del día.
No hay nada mejor como padres y como hijos, que el sentimiento de apego y cariño es mutuo.