Los niños menores de 1 año de edad no deberían consumir jugos de fruta, y los que tienen entre 1 y 3 años deberían hacerlo con mucha moderación, según la nueva recomendación de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés).
Hasta ahora la institución que agrupa a pediatras de Estados Unidos decía que el jugo de fruta natural podía consumirse a partir de los seis meses, pero la actualización publicada este lunes, la primera relativa al consumo de jugo desde 2001, retrasa esa fecha.
Los expertos temen que el consumo de jugo pueda reemplazar a otros alimentos que los bebés necesitan más, como la leche materna o de fórmula, que son ricas en proteínas, grasa y minerales, como el calcio.
Es importante puntualizar que la recomendación se refiere a los zumos que son 100% naturales. Las bebidas de frutas que no son jugo al 100% y además contienen azúcares añadidos, entran directamente en una categoría diferente de bebidas azucaradas, junto a las sodas, refrescos y bebidas energizantes.
El límite diario de jugo que los expertos recomiendan para los menores de 18 años en ningún caso alcanza el equivalente a una lata de refrescos.
Parte de una dieta balanceada, pero no esenciales
La recomendación de limitar en los niños el consumo de jugos de fruta natural quizás sorprenda a muchas personas que los consideran sanos y buenos para la dieta.
“El jugo de frutas se publicita como una fuente natural y saludable de vitaminas“, dice la institución estadounidense en un informe que fue publicado esta semana. “Y como sabe bien, los niños lo aceptan fácilmente“.
Pero “aunque el consumo de jugos tiene algunos beneficios, también tiene potenciales efectos nocivos. Su alto contenido en azúcares contribuye a un aumento del consumo de calorías y al riesgo de caries“, advierten los expertos.
La fruta entera, mucho mejor
Los pediatras dicen que la fruta entera es una fuente de vitaminas y nutrientes mucho mejor que los jugos.
Las frutas enteras contienen fibra, que reduce la absorción de azúcar en nuestro cuerpo, y también ayuda a generar antes la sensación de estar llenos.
Uno de los problemas que señalan los expertos estadounidenses es que “como el jugo se considera nutritivo, normalmente los padres no imponen límites“.
Pero la sed también puede ser saciada con agua o con leche, cuyo contenido en calcio se considera esencial para el desarrollo de los huesos.
Otro aspecto importante que destacan los expertos es que los jugos “vienen empacados de manera muy práctica o pueden ser portados en botellas o contenedores para su consumo reiterado durante el día”.
Pero esa posibilidad prolonga la exposición dental al azúcar, y ese precisamente es “un gran factor que contribuye a las caries”.
“El jugo de fruta no ofrece ningún beneficio nutricional para los bebés de menos de 1 año“, es la primera conclusión del informe de los pediatras estadounidenses.
La segunda es que “para los niños el jugo de frutas no ofrece ningún beneficio nutricional mayor que la fruta y no tiene ningún papel esencial en las dietas saludables y balanceadas infantiles“.
Entonces, ¿cuánto jugo se recomienda para cada edad?
Estas son las recomendaciones de la AAP como límite para cada edad por día (como referencia, una lata de refrescos de tamaño normal contiene 330ml).
- Bebés: no se recomienda el consumo en menores de 12 meses, salvo por indicación médica específica.
- Niños de 1 a 3 años: 118 ml (o el equivalente a un tercio de una lata)
- Niños de 4 a 6 años: entre 118 y 177 ml (algo menos de la mitad de una lata como mucho)
- Niños de 7 a 18 años: 236 ml (unos tres cuartos de una lata)