Reprobar el año no sólo causa una profunda tristeza en los niños sino también en los padres, ya que los primeros se sienten frustrados por su bajo desempeño académico, y los segundos, sienten que sus expectativas han sido defraudadas.
Al respecto, la mayoría de los niños y jóvenes reaccionan inicialmente con sentimientos de inconformidad, rabia, tristeza o temor. Sin embargo, para ambos puede implicar perder las ilusiones, el tiempo de trabajo, la energía, la inversión económica y no cumplir con las metas propuestas.
Según expertos, “lo primero que debe hacer el padre de familia es evitar el castigo físico, el maltrato verbal o permitir que el llanto tome el mando”.
Los adultos deben hacer una reflexión que busque encontrar las causas que llevaron a que el niño perdiera el año.
Asimismo, “deben evitar mostrar disgusto con frases descalificadoras producto de la frustración” que puedan sentir, lo más importante es buscar la razón por la cual reprobó, así el niño podrá corregir sus errores y enfrentar futuros retos.
Para encontrar la razón por la cual el niño perdió el año, los padres deben revisar si el entorno familiar pudo haber tenido alguna influencia en la reprobación.
Igualmente, deben examinar si hubo exceso de libertades y permisos, si el niño tenía un comportamiento irresponsable que no se corrigió o si, en cambio, nunca se habían percatado de su mal rendimiento y por falta de comunicación no pudieron actuar a tiempo para ayudar al niño a salvar el año.
“Es fundamental que los padres les den confianza y seguridad a sus hijos, para que así ellos se den cuenta de que sus padres los apoyan y que junto a ellos podrán corregir sus fallas”.
Para ello, es importante que evites decirle que te está haciendo perder dinero o que no le matricularas de nuevo, este tipo de comentarios sólo lograrán generar inseguridad y resistencia. También es muy importante que no los compares con sus amigos o conocidos, así le enseñaras que todos los casos son diferentes.
Por último, crea compromisos con el niño. Enséñale que en la vida debe cumplir con sus responsabilidades. Además, busca asesorías, asiste a las reuniones, propicia un ambiente de estudio, genera hábitos de lectura y trabaja en esas dificultades que se identificaron para que el próximo año no tenga dificultades.
