Entrevista al Dr. Daniel Corsino, Anestesiólogo Pediátrico del Puerto Rico Women’s and Children’s Hospital (PRWCH)
Por Angélica Claudio Merced
Nervios, miedo e incertidumbre son sensaciones que siente cualquier persona que tiene que ser sometido a una cirugía, mucho más tratándose de un niño para quien la experiencia podría resultar traumática. Pero contar con un anestesiólogo pediátrico que se encargue de orientar, preparar y brindar la mejor atención al menor y a su familia hará que el proceso sea más tolerable, seguro y exitoso.
Aliado del cirujano, del niño y su familia
El anestesiólogo pediátrico es ese profesional de la salud que se convierte en un aliado de un niño y su familia cuando tiene que visitar una sala de operaciones, ya sea por una enfermedad o una situación de emergencia.
Este especialista cuenta con la experiencia y la preparación adecuada para evaluar y desarrollar el plan operatorio y suministrar la anestesia segura para cada niño.
“El anestesiólogo pediátrico, a diferencia del anestesiólogo general o de adultos, es la persona que está a cargo de evaluar al paciente y formular el plan perioperatorio para asegurar que el resultado de la cirugía y del proceso quirúrgico sea el más beneficioso para el paciente. Pero a diferencia del adulto también tratamos con los nenes y la familia porque tú no puedes tener un paciente pediátrico sin incluir a la mamá y al papá que están con él”, dijo el doctor Daniel Corsino, anestesiólogo pediátrico del Puerto Rico Women’s and Children’s Hospital (PRWCH).
Un anestesiólogo pediátrico es requerido en todo tipo de cirugía que involucre a un paciente de 0 a 21 años. Cirugías abdominales, torácicas y de extremidades son solo algunas de las muchas que se ofrecen en el PRWCH en Bayamón, intervenciones que necesitan del trabajo del doctor Corsino, quien regresó al país luego de laborar más de una década en Estados Unidos.
“Nosotros no tan solo tratamos el aspecto intraoperatorio o quirúrgico, tratamos el plan completo; o sea que, si tú vienes a ponerte unos tubitos para los oídos o a hacerte un trasplante de hígado y eres un paciente pediátrico tienes ventaja de tener un anestesiólogo pediátrico”, explicó el doctor, quien agregó que la administración del hospital está comprometida a tener el mejor personal médico –que incluye cirujanos pediátricos, enfermeras graduadas, enfermeros anestesistas, técnicos de sala, entre otros – y los equipos necesarios para garantizar un servicio de calidad para los pacientes.
En confianza antes de la cirugía
Parte de la función de un anestesiólogo pediátrico es establecer confianza con el paciente y sus padres para lograr que su estancia en el hospital sea lo más positiva posible. Según el doctor Corsino, disminuir el miedo y la ansiedad que puede provocar el proceso se logra hablando con los padres y con los menores antes de la cirugía. “Lo más importante es poder educar bien a la familia y al paciente. Obviamente si son neonatos ellos no entienden, pero a un niño que sea un toddler le explicamos de una manera que lo pueda entender. Le especificamos que no hay dolor, no hay pinchazos y que una vez la cirugía empiece van a estar completamente dormidos. Se les explica bien a los papás y, si tenemos la oportunidad de verlos antes del día de la operación, le explicamos que la familia nos puede ayudar mucho en la casa a preparar al paciente en términos de expectativas”, señaló el galeno con 12 años de experiencia como anestesiólogo pediátrico.
Método de sedación menos traumática
Para seguridad de los pacientes pediátricos, la forma de suministrar la anestesia es diferente a la de los adultos. Ahí es cuando el anestesiólogo pediátrico ayuda a minimizar el trauma del menor para que no asocie su estadía en el hospital con algo malo. “La mayor parte de los niños que vienen a sala de operaciones son pacientes que vienen de la casa y nosotros, en vez de ponerle la línea intravenosa mientras el paciente está despierto, que es un proceso que muchas veces traumatiza al niño, le damos medicamentos por boca. Hacemos que se queden dormidos con una mascarilla y una combinación de gases anestésicos y oxígeno. De esa manera, cuando hay que ponerle las líneas intravenosas o hacerle cualquier tipo de procedimiento ya ellos están dormidos. Una de mis metas es que si los pacientes tienen que volver una segunda vez al hospital no empiecen a llorar o lo relacionen con una mala experiencia”, indicó el también pediatra.
Por otra parte, el doctor Corsino recomendó a los padres de los niños que deban ser sometidos a cirugías a que, además de investigar sobre la experiencia del médico que realizará la operación, hable con el cirujano sobre dudas que tenga respecto a la seguridad, equipos, servicios y comodidades que tiene el hospital donde el infante será intervenido, de manera que pueda seleccionar la institución más adecuada. “(Como padre) yo quiero estar seguro que donde operen al hijo mío o la hija mía esté ese equipo y haya esas facilidades que necesitamos. Eso es lo que nosotros tratamos de ofrecerle aquí al paciente”, precisó el galeno.