La llegada de un bebé implica entrar en un mundo desconocido para muchos padres, ya que no sé sabe con certeza porque llora o porque se muestra molesto.
Uno de los temas que más suele angustiar a los padres es la presencia de vómitos, en Pediatría y Familia hablamos sobre las causa más comunes por las que se puede presentar y te contamos como actuar.
Vómito por error dietético
Saber si ya comió lo necesario o si tiene hambre es quizás el error más común que puede hacer que el bebé vomite, pues es muy habitual que se le proporcione más alimento de el que él puede tolerar.
Cómo actuar
- Deja espacios considerables entre cada toma, si le suministras tetero, prepara poco y si ves la necesidad puedes darle más, pero no prepares grandes tomas en primera medida.
- Presta también atención a la preparación de algunos alimentos, en el caso del biberón, que no quede ni muy concentrado ni muy aguado y recuerda siempre la importancia de manejar agua potable.
Debilidad o inmadurez del sistema digestivo
Es común que muchos niños, sobre todo durante sus primeros días de vida, presenten reflujo gastroesofágico, en el que normalmente devuelven un poco de sus alimentos. Esto ocurre porque hay una inmadurez del cardias, válvula encargada de impedir que la comida que entra en el estómago vuelva hacia el esófago.
Vigila que esto no se presente en grandes cantidades y que no llegue a afectar la ganancia de peso que debe tener tu bebé. Si no afecta la adecuada nutrición de tu hijo, puedes considerarlo un proceso normal que desaparecerá en pocos meses.
Cómo actuar
- Después de cada toma, evita los movimientos bruscos. También puedes darle suaves golpes en la espalda para favorecer la expulsión de gases.
- Aunque tu bebé sea pequeño, tiene la capacidad de demostrarte que no quiere recibir más comida, no forzarlo es lo mejor.
- Si quieres acostar al niño después de comer, ubícalo boca arriba o sobre el lado derecho, para que drene bien el estómago
Vómito por enfermedad orgánica
Algunas condiciones médicas, pueden ocasionar vomito en los pequeños. Enfermedades orgánicas, como el reflejo gastroesofágico patológico, las gastroenteritis o las intolerancias alimentarias pueden presentarse pero las puedes detectar ya que están acompañadas de otros síntomas.
- Intolerancia a la lactosa: Presencia de deposiciones muy líquidas, ácidas y frecuentes, y la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca con alergia, enrojecimiento de la piel de alrededor de la boca.
- Reflujo gastroesofágico patológico: es más agresivo que el normal, y afecta al crecimiento y la salud del niño.
- Una infección ajena al sistema digestivo también puede provocarle vómitos, infección del tracto urinario o infección del sistema respiratorio.
Cómo actuar
Al tratarse de condiciones que pueden afectar la salud de tu niño y que en algunos casos pueden requerir un tratamiento específico, lo mejor es consultar con tu pediatra, quien hará algunas recomendaciones o te remitirá con un médico especialista como en el caso de las alergias alimentarias.
Información Guía infantil
