Trucos caseros para aliviar el dolor de oído en los niños

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El dolor de oídos es una dolencia de la que pocos niños se libran. En algunos casos puede ser provocado por una infección catarral de las vías respiratorias altas, o por una infección de garganta; en otros, puede deberse a otras causas como las lesiones que se provoca el niño a sí mismo rascándose el conducto auditivo o por la entrada de agua en el oído, por ejemplo durante la práctica de la natación.

Trucos caseros

Para aliviar el malestar que provoca aquí te proponemos algunos trucos caseros, aunque siempre recomendamos acudir al especialista para valorar el alcance de la lesión.

  1. Poner un secador a una temperatura no muy elevada durante un máximo de 3 minutos cerca del oído, nunca directamente, para que el aire caliente entre en él ayudando a diluir el líquido acumulado en el interior.

2– Exprimir un ajo y aplicar una gota en el oído. Tiene cualidades analgésicas y actúa como un antibiótico natural que puede contribuir a aliviar el dolor.

3– Poner unas gotas tibias de aceite de oliva o de aceite de almendra en el oído ya que actúa como un lubricante aliviando el picor y la sequedad del mismo.

4- Colocar una bolsa de agua caliente envuelta en un paño sobre el oído.

5– Aplicar 3 gotas de leche materna en el oído.

6– Poner a cocer una cebolla pequeña o un poco de jengibre en agua. Dejar enfriar y escurrir. Poner en el oído 2 o 3 gotas de este líquido puede aliviar el dolor.

7- Cuando el niño tiene edad suficiente para poder masticar chicle, este gesto puede aliviar la presión del oído ayudando a que se ventile permitiendo su drenaje.

Cómo evitar que los niños tengan dolor de oídos

  • Acudir al pediatra en caso de que los niños presenten dolor persistente en los oídos.
  • Es importante evitar la entrada de agua en el oído, si nuestro hijo suele padecer esta dolencia de manera repetida y ha de permanecer mucho tiempo en el agua es recomendable utilizar unos tapones especiales que evitan la filtración del agua.
  • Limpiar las fosas nasales con agua de mar o suero para evitar que el como pase a los conductos auditivos.
  • No utilizar los llamado “copitos”, los tradicionales que puede empujar la cera hacia dentro y causar daños en el oído. Para eliminar el exceso de cerumen se recomienda usar sprays naturales.
  • Evitar que el niño se rasque o se introduzca el dedo o cualquier otro objeto en el oído.

Guía Infantil

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