Un estudio holandés que involucró a más de 32.000 niños, de 10 a 12 años, y sus familias determino que problemas de conducta o comportamiento en niños, serían más habituales en hijos de padres menores a los 30 años, en comparación con los hijos de quienes son padres entre los 30 y 40 años de edad.
Hoy en día las mujeres suelen tener su primer hijo en este rango de edad y aunque se indica que a mayor edad se pueden presentar complicaciones como trastornos del espectro autista y la esquizofrenia, los 30 no son una edad muy avanzada y las mujeres aun gozan de un buen estado de salud para disfrutar con sus hijos.
En el estudio publicado en el Child Development se conocieron los resultados de diferentes encuestas hechas a padres, profesores y a los propios menores, buscando analizar el comportamiento problemático, y se demostró que los hijos de padres mayores tienden a ser menos agresivos o violentos.
El estudio no permitió determinar si existía o no una asociación entre la edad de los padres y los problemas de depresión que suelen afectar a otros menores, pero si ratificó la creencia de que los padres mayores son capaces de establecer con mayor facilidad reglas y de crear ambientes favorables para sus hijos.
Para un académico de la Facultad de Psicología de la Universidad de San Sebastián (Chile), quizás existen un mejor patrón de comportamiento en estos niños debido a que en la mayoría de los casos, los padres ya cuentan con una madurez y en muchos casos son niños planificados, por lo que se preparan desde un comienzo para su adecuada formación.
Es una paternidad más consiente, y el estudio evidencia que no solo es importante el valor biológico, sino que algunos factores psicosociales podrían beneficiar la crianza.