Frente a un virus que ha generado incertidumbre y miedo a nivel mundial, por sus variaciones y la afectación que genera en el estado de salud de cada paciente, uno de los grandes interrogantes se centra en la razón por la que el coronavirus no afecta de igual manera a los más pequeños.
Muchos no llegan a contagiarse, y si lo hacen llegan a ser asintomáticos o a recuperarse con rapidez, contrario a lo que sucede con los adultos, que en la mayoría de los casos alcanzan estados críticos.
De acuerdo con un estudio publicado por Science Translational Medicine, la razón, podría estar relacionada con que los niños, cuentan con una rama en su sistema inmunitario que los protege de patógenos desconocidos, logrando atacar rápidamente el SARS-CoV-2 antes de que este genere daños en el cuerpo.
Betsy Herold, experta en enfermedades infecciosas pediátricas de la Escuela de Medicina Albert Einstein, fue la encargada de dirigir este estudio y concluyó que los niños si tienen una respuesta inmunitaria distinta que los protege.
Encontraron que la respuesta inmunitaria es mucho más tenue en los adultos, quizás porque en su constante crecimiento, los niños se enfrentan más a menudo con patógenos extraños para su sistema inmunitario, por lo que la respuesta de este es mucho más veloz.
Es decir que el sistema inmunitario adulto, tiende a adaptarse y muy rara vez llega a enfrentarse con un virus nuevo, por esto, esta puede ser la causa por la que los niños no se ven tan afectados, contrario a los adultos que entre más envejecen, son más vulnerables.
El estudio publicado, sugiere que en el periodo en el que se pone en marcha el sistema adaptativo especializado del cuerpo de un adulto, el virus ya tuvo tiempo de provocar daños y por ello presentan mayores síntomas y su estado de salud puede llegar a ser más delicado.
En la investigación que se adelantó en el Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York, entre el 13 de marzo y el 17 de mayo. participaron 60 adultos y 65 niños y jóvenes adultos menores de 24 años. Dejando como resultado que el virus afectó ligeramente a la gran mayoría de los niños, en comparación con los adultos, quienes en su mayor parte presentaron síntomas gastrointestinales como diarrea, así como pérdida de apetito u olfato.
En este estudio cinco niños necesitaron ventilación mecánica, en comparación con veintidós de los adultos; y murieron dos niños, en comparación con diecisiete adultos.
“Creemos que también los protege del tipo de respuesta inmunitaria adaptativa más vigorosa que está asociada con la hiperinflamación”, mencionó Herold.
Aunque alrededor del mundo se continúan adelantando estudios en torno a este virus que ha acabado con millones de vidas, se cree que esta es la razón por la que la población pediátrica no reporta altas cifras de afectados, sin embargo, muchos científicos y médicos continúan adelantando sus investigaciones para lograr poner freno a esta enfermedad mundial.