Muchas veces, el uso de baños públicos es una experiencia demasiado desagradable y que incluso llegamos a evitar tanto como sea posible. Nosotros como adultos, somos un poco más conscientes frente a esta situación y sabemos de qué manera lidiar con la suciedad sin tocar nada, caminando por un lado o extremando la delicadeza de los movimientos. Sin embargo, los niños no tienen el mismo cuidado.
Y es que independientemente de que se trate de la suciedad del retrete, del cambiador o de los lavamanos, no está demás recordar algunas medidas que debemos tener en cuenta durante y después del uso de baños públicos.
1. El lavado de manos es imprescindible
En temporada de pandemia, el lavado de manos se ha convertido en la regla de oro que debemos sí o sí cumplir. Debemos transmitir la importancia del lavado de manos a nuestros niños, y más si están saliendo de un baño público, pues la cantidad de bacterias que allí se aloja es inimaginable.
2. Las paredes NO se tocan
Por ninguna razón permitas que los niños toquen las paredes de los baños públicos, pues a pesar de que parecen limpias, allí se acumula mucha suciedad que resulta casi imperceptible para nosotros. Es un método de prevención, poprque no sabemos si las personas que estuvieron allí antes han tenido el mismo ritual de limpieza.
3. Evita el contacto de la piel con el inodoro
Si a fuerza el niño requiere sentarse en el inodoro, asegúrate de cubrir el retrete con papel higiénico. Aún así, puedes encontrar algunos protectores de WC desechables que puedes llegar fácilmente contigo, y utilizarlos cuando sea estrictamente necesario.
4. Limpia el cambiador antes
Si requieres cambiar el pañal de tu bebé, no lo recuestes en el cambiador sin antes haber limpiado la superficie con una toalla desinfectante. No está demás evitar el contacto directo del mueble con la píel del bebé, para esto puedes utilizar una chaqueta, suéter o una cobija.
5. Baja la tapa antes de halar la cadena
Baja la tapa y utiliza un trozo de papel para halar la cisterna. De esta manera, evitas una rápida aspersión de bacterias por todo el baño. De hecho, esta costumbre es tan importante, que deberíamos adoptarla también en casa.
6. Sé un ejemplo
Lo hábitos de los niños, generalmente, son adquiridos mediante la imitación. De manera, que debemos ser nosotros a través de nuestros actos quienes inculquemos estas medidas de higiene en nuestros niños. Es de suma importancia que las adapten y hacerles saber por qué son tan esenciales, no solo en baños públicos, sino también en baños ajenos.