Por lo general, los bebés son muy inquietos lo que puede provocar accidentes sin mucha importancia, o caídas de consideración. Cuando nuestros pequeños se caen de la cama es completamente normal que nos preocupemos por las posibles lesiones que pueda tener el niño, sin embargo debes saber que mantener la calma es lo principal.
¿Qué hacer después de la caída?
- Evalúa la condición física de tu hijo, especialmente los brazos, las piernas y la cabeza para descartar lesiones graves. No regañes ni reprendas al niño por llorar, es una reacción normal frente al susto y el dolor causado por el golpe, por el contrario cálmalo y bríndale cariño.
- Mantén compresas frías en la zona que recibió el golpe para bajar la hinchazón durante máximo 15 minutos.
- Aplica cremas con árnica para aliviar rápidamente los hematomas causados por el golpe.
- Llévalo con el médico en caso de que el niño presente vómitos, desorientación, somnolencia o cualquier síntoma de preocupación familiar.
La mejor manera de tratar los accidentes es previniéndolos
- No permitas que jueguen solos en la cama y evita que se acerquen al borde.
- Las camas de adultos representan un riesgo latente para los niños, no solo de caídas sino de atrapamiento y asfixia.
- Procura que la cuna de tu bebé tenga barandales lo suficientemente altos y ajustados para que no haya riesgo de caída.
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