La Nutrición del Niño Autista

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Dra. Wihelma Echevarría Cortés

Gastroenteróloga Pediátrica

E

n Estados Unidos uno de cada 68 niños padece de autismo.1 Se estima que estas estadísticas son parecidas a las de Puerto Rico. Los niños con autismo pueden presentar retos nutricionales únicos y se han descrito deficiencias nutricionales en niños con desórdenes del espectro autista (ASD, por sus siglas en inglés). Además de las deficiencias nutricionales, la obesidad que ocurre con los niños con ASD también ha sido bien descrita. Las visitas rutinarias al pediatra permiten un control consistente de peso y estatura; seguir estos controles a lo largo del tiempo, junto con una historia dietética detallada, puede ayudar a identificar a los niños con autismo que estén en riesgo de problemas nutricionales.

Deficiencias Nutricionales y Autismo

Estas deficiencias nutricionales en los niños con autismo usualmente resultan por una variedad de razones, tales como preferencias limitadas de alimentos o aversiones a alimentos/texturas específicas. En un estudio de 53 niños con ASD entre las edades de 3 y 11 años, la selectividad para los alimentos fue común – incluyendo un repertorio limitado de alimentos y rechazo a ciertos alimentos. Se observaron deficiencias frecuentes de nutrientes en la dieta de niños con ASD, e incluyeron fibra, vitamina D, vitamina E y calcio. Otros estudios han informado escasa ingesta de proteína, deficiencia de vitamina B12 y deficiencia de hierro en niños con ASD.2 Se ha demostrado que la selectividad de los alimentos es un importante factor de riesgo en el desarrollo de deficiencias nutricionales en los ASD. Es más probable que los niños con una dieta más restringida puedan presentar ingesta inadecuada de nutrientes y desarrollar deficiencias nutricionales.

Obesidad y Autismo

Además de las deficiencias nutricionales, los niños con ASD también están en riesgo de tener excesivo peso corporal. Los factores de riesgo para obesidad en niños con ASD pueden incluir deficiencias en la función motora que limitan la actividad física, así como discapacidad social o rigidez hacia una rutina específica, que limitan la inclusión en actividades físicas estructuradas con sus pares. Mientras que la selectividad por los alimentos puede predisponer a deficiencias nutricionales específicas en la dieta, también puede poner a un niño con ASD en riesgo de obesidad si los alimentos ricos en calorías son los preferidos webpage.

Gluten, Caseína y Autismo

Al presente no existe evidencia científica que demuestre que los niños con autismo se benefician de una dieta libre de gluten y/o de caseína. Se recomienda que no se comience a ningún niño en dietas especiales sin ser evaluado primero para problemas de intolerancia o alergias al gluten y la caseína. El eliminar sin necesidad estas proteínas de la dieta del niño con autismo puede tener un efecto negativo en su nutrición.

¿Qué hacer si sospecha que su niño con autismo puede tener un problema nutricional?

Si usted sospecha que su niño con ASD puede tener un problema de nutrición, el primer paso a seguir es discutir sus preocupaciones con el pediatra del niño. Puede ser necesario llenar un diario dietético amplio para ayudar a identificar áreas de potencial deficiencia o exceso de ingesta de nutrientes. Basado en su historia o diario de dieta, su médico puede determinar si se necesitan suplementos específicos de vitaminas o minerales.

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