Dejar que los niños se expresen, además de ser un deber de los padres, representa un gran beneficio para los niños. Incentivar su desarrollo personal a través de expresiones creativas y artísticas, ayudará en gran medida a formarlos de manera integral.
El arte en los niños permite que en ellos se cree conciencia sobre las emociones y sensaciones que se presentan en la vida. Esto ayuda también a potenciar un pensamiento creativo, reflexivo y crítico. Además, asegurará en los niños una mayor atención.
No se trata de hacer que los niños sean bailarines o músicos, se trata de apoyarlos para que experimenten estas actividades artísticas a edades tempranas para crecer como seres humanos.
Según expertos, a través de expresiones como la pintura, los dibujos, los juegos con plastilina u otras manualidades, los niños pueden expresar lo que les inquieta. Si la interacción con lo artístico se comparte entre padres e hijos, esto permitirá que entre ellos se abra un espacio de confianza y diversión.
Los padres deben darles a sus hijos la oportunidad de que ellos mismo exploren su creatividad, en algún momento de la vida, mostrarán sus inclinaciones hacia cierto arte, ya sea pintar, bailar, cantar, actuar, entre otros.
La música, por ejemplo, ayuda a promover en ellos un desarrollo óptimo del lenguaje y una buena escucha. Pronto, el niño podrá familiarizarse con algunos sonidos o ritmos en particular y así cantará y más adelante hará coreografías sobre dichos sonidos.
Otro caso es el de las manualidades y las artes plásticas. Los colores, las texturas y las formas, que hacen que el niño sea más creativo, diferencie diversos elementos, los identifique y los clasifique. El trabajo manual además hace que los niños optimicen su coordinación y sus capacidades motoras.
El movimiento es una expresión corporal que permite en los niños desarrollar destrezas como la coordinación. Instarlos a los juegos que implican imitar una acción, seguir un baile o actuar de alguna manera, hará que los niños mejoren sus habilidades de atención.
