La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, para después continuarla de forma complementada con otros alimentos hasta los 24 meses o hasta que madre e hijo lo decidan. Por otro lado, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que se dé el pecho al menos por un año, y alienta a las madres a amamantar por más tiempo. No obstante, la elección del momento para destetar al niño depende única y exclusivamente de la madre. Por ello, es esencial que no te sientas culpable (no eres mala madre por dejar la lactancia) y que tengas claro que las leches de fórmula están perfectamente adaptadas para los lactantes.
También es importante que no prestes demasiada atención a lo que digan tus amigos, familiares o incluso extraños: no existe un plazo o una técnica apropiada o equivocada para el destete. Puedes hacerlo cuando sientas que ha llegado el momento, o esperar a que tu bebé deje naturalmente el pecho cuando esté un poco mayor. Existen dos tipos de destete:
El destete iniciado por el bebé
Es destete es más fácil cuando el bebé empieza a perder el interés en la lactancia, lo cual podría ocurrir en cualquier momento una vez que empiece a comer alimentos sólidos (entre los 4 y 6 meses). Algunos bebés se muestran más interesados en las papillas que en el pecho alrededor de los 12 meses, cuando ya han probado una variedad de alimentos y logran beber de un vaso.
Los niños de 1 a 3 años a veces pierden el interés en el pecho cuando se vuelven más activos y no logran permanecer inmóviles por el tiempo necesario para amamantar. Si tu hijo se pone inquieto o impaciente mientras lo amamantas, o se distrae con facilidad, esa podría ser su forma de decirte que está listo para el destete.
El destete iniciado por la mamá
Puede que decidas destetar a tu bebé porque vas a regresar a tu trabajo, o porque simplemente piensas que ha llegado el momento. Si tú estás lista, pero tu bebé no muestra ninguna señal de que quiera dejar el pecho, puedes ayudarlo con una transición gradual.
Cuando la idea viene de la madre, destetar al bebé puede exigir mucho tiempo y paciencia. También dependerá de la edad de tu niño y de cómo suele adaptarse a los cambios. Por ello, lo mejor es evitar interrumpir de golpe la lactancia. Por ejemplo, alejarte de tu niño durante todo un fin de semana no es una buena manera de destetarlo. Los expertos dicen que negarle abruptamente el pecho a tu bebé podría ser traumático para él, además de que podrías terminar con una obstrucción en los conductos de leche o una infección en los senos.
A continuación algunos sencillos consejos para facilitarle a tu bebé la transición del destete:
Sáltate una toma
Sáltate una toma y comprueba qué sucede si le das un vaso o un biberón de leche. Como sustituto también puedes emplear tu propia leche extraída, leche de fórmula o de vaca (siempre que el bebé tenga un año por lo menos).
Si reduces las tomas de una en una a lo largo de varias semanas, tu bebé tendrá tiempo para adaptarse al cambio. Tu producción de leche también disminuirá sin que tus pechos queden hinchados y adoloridos o sin que sufras una mastitis.
Acorta el tiempo de cada toma
Comienza por reducir el tiempo en el que amamantas a tu bebé. Si lo normal es que coma durante diez minutos, prueba con cinco.
Dependiendo de su edad, prueba darle después algo sano de comer, como un poco de puré de manzana sin azúcar o una taza de leche o leche de fórmula. (Ten en cuenta que los bebés menores de 6 meses podrían no estar preparados para tomar alimentos sólidos). Las papillas serán un complemento a la alimentación con leche materna o de fórmula hasta que tu bebé cumpla un año.
Las tomas antes de dormir pueden ser más difíciles de eliminar ya que normalmente son las últimas que se quitan.
Posponer y distraer
Prueba a demorar las tomas si sólo lo estás amamantando un par de veces al día. Este método funciona bien si el niño ya es un poco mayorcito y puedes razonar con él. Si tu bebé te pide que lo amamantes, dile que lo harás después y trata de distraerlo con alguna actividad. En lugar de darle el pecho por la tarde podrías decirle que espere hasta la hora de acostarse.
Para ayudarle a aceptar el biberón, prueba mojarle los labios a tu bebé con un poco de tu leche antes de colocarle el biberón en la boca. También puedes darle una pequeña cantidad de leche materna en el biberón un par de horas después de amamantarlo, pero no esperes a que esté tan hambriento que se vuelva impaciente y se frustre.
Por último, antes de tomar la decisión de destetar a tu bebé, es fundamental que lo consultes con su pediatra, para que él te diga cómo hacerlo, qué tipo de leche debes dar al bebé y qué cantidad es la más adecuada para él. Recuerda que destetarle de forma brusca es un error que causa molestias digestivas e intestinales al bebé y dolores en el pecho a la madre.