¿Quién no recuerda las tardes montando en bicicleta, correteando con amigos en la calle, creyéndose un doctor o banquero en oficinas invisibles? Los adultos hemos jugado y nos hemos divertido imaginando una vida, que en algunos casos, no está muy cercana a nuestra meta de infancia. Sin embargo, los niños de ahora ya no juegan.
Así es. De acuerdo con un informe elaborado por Lego Play Well, la compañía de los populares juguetes infantiles, un 17% de los niños y niñas que participaron en la encuesta, se sienten ‘demasiado ocupados’ para disfrutar de un rato de esparcimiento en sus tardes. La idea es que estos datos cuestionen a padres, maestros y cuidadores para replantear las actividades cotidianas y el tiempo que permitimos a los niños, ser niños.
La encuesta fue realizada a 3.723 niños y adolescentes entre los 5 y los 12 años de edad. También encuestaron a cerca de 9.000 padres de familia para identificar cuántos minutos del día dedican al ocio, las risas y la diversión. Frente al tema, los resultados fueron alarmantes: más del 30% de familias dedican menos de 5 horas a la semana a cualquier actividad de esparcimiento.
De acuerdo con los especialistas, los bajos resultados se deben al estilo de vida que llevamos en la actualidad. Las extensas jornadas escolares sumadas a los horarios de trabajo de los padres son los dos factores que más afectan a los calendarios familiares. De hecho, un 81% de niños expresó abiertamente que desearía que sus padres compartieran más tiempo en el hogar.
A causa de los bajos resultados obtenidos, las estadísticas de este informe revelan que el 81% de niños y jóvenes encuestados se consideran infelices.
Otros estudios indican que es esencial que los padres se involucren en el juego de los niños. Eso estimula la imaginación, fortalece las relaciones intrafamiliares y previene futuras enfermedades mentales como la depresión o la ansiedad.
