En los berrinches la escena no es desconocida: el niño se enoja, patalea, llora y grita porque está enojado. Tú has perdido la paciencia por completo. Regañas a tu hijo porque los berrinches no están permitidos. Sin embargo, no se calma de ninguna manera.
Así que, para que esto no se vuelva una tarea difícil y el niño se acostumbre a hacer sus pataletas te enseñaremos como finalizarlas en un abrir y cerrar de ojos.
“La razón principal de las pataletas infantiles, más allá de un simple capricho, es que el niño todavía no puede expresarse tan claramente como él y los adultos quisieran”.
A temprana edad, la frustración y el enojo son emociones negativas que todavía no entiende, no sabe manejar y por supuesto, le desagradan porque las siente de manera profunda e intensa. Sin embargo, no por eso los padres deben resignarse a soportar los berrinches del niño.
Para que esto deje de hacer parte del día a día, los especialistas hacen las siguientes recomendaciones:
- Anticiparse a los berrinches
Reconocer las señales que el niño da cuando va a iniciar un berrinche y las situaciones que lo desencadenan, es lo más importante.
Evitar los factores que enojan e indisponen al niño son la mejor opción para que ni ellos, ni sus padres pasen un mal rato. También hay que seguir- en la medida de lo posible- los horarios diseñados para evitar que el niño se sienta hambriento o cansado y no se tengan soluciones rápidas y al alcance de la mano.
- Distraer al niño enojado
“Cada niño demuestra cuando su enojo comienza a través de diferentes signos”.
Como padres y cuidadores sabemos cuáles son así que podemos aprovechar ese instante para distraer al niño y evitar que el berrinche comience. A veces funciona premiar al niño y hacerle entender que son más divertidos los días y momentos sin enojarse. Esto les ayuda a aprender sobre sus emociones poco a poco.
- Borrón y cuenta nueva
Si definitivamente el niño hizo el berrinche, lo más recomendable cuando son muy pequeños es olvidar el incidente.
Es muy importante que tanto él como su acompañante se calmen, se distraigan y ocupen su tiempo en otra cosa. Después de eso, hablar sobre los sentimientos y el motivo pueden ayudar al niño a hacer que se sienta reconfortado.
“Nunca está de más recordarles que es mucho mejor cuando tienen buen comportamiento porque así se fortalece su autoestima y sabrán que se les presta atención en todo momento”.