La estimulación prenatal es el nombre de las acciones que realiza una futura madre y su entorno; con el objetivo de preparar al bebé para la vida fuera del útero. Esta preparación se hace, consciente o inconscientemente, durante todo el embarazo pues el feto cada semana percibe con más claridad el mundo exterior.
Por ese motivo, los ginecólogos y pediatras recomiendan constantemente numerosas técnicas de estimulación prenatal, para afianzar los sentidos del bebé. La finalidad de estos métodos es ayudarle a la madre gestante y al bebé a mantener un estado físico y mental en un balance ideal.
En el caso del bebé, la estimulación prenatal es imprescindible para fortalecer no solamente sus sentidos, sino también sus emociones. Que en el caso de la vida intrauterina, dependen de el estado emocional de la madre. Todos los métodos de estimulación prenatal están fundamentados en el desarrollo del sistema nervioso del feto; uno de los primeros sistemas del organismo en ser detectados.
Entre más temprano se inicie la estimulación cerebral, más conexiones neuronales tendrá el niño al nacer y desarrollara una masa cerebral mayor al común de la población, afirman médicos expertos en el tema. De hecho, dentro del conjunto de métodos de estimulación prenatal, existe un grupo de ejercicios dirigidos específicamente al niño que está por nacer.
Estimulación prenatal para el niño según las habilidades:
Técnica táctil: Desde la sexta semana de gestación, lo ideal es que la madre, el padre y otros miembros de la familia hagan uso de masajeadores, objetos con diferentes texturas para acariciar y tocar al niño con diferentes intensidades, sobre todo en la zona de su espina dorsal. Esta actividad se realiza a través del vientre de la madre, que canaliza las vibraciones a través del líquido amniótico y las transmite hasta el sistema nervioso y el cerebro del feto.
Técnica motora: A partir de la décima semana se forman los canales asociados con el equilibrio. De forma consciente o inconsciente, los movimientos y posiciones que adopta la madre ayudan a que el bebé perciba si puede estar en peligro, de acuerdo con la postura y ritmo con los que se mueva el útero.
Técnica visual: Cuando se cumplen los primeros 4 meses, el bebé comienza a reaccionar al estímulo visual más común: la luz. Por eso, es muy recomendable que la madre pueda pasar tiempo al aire libre, para que los rayos de luz solar puedan entrar directamente por su vientre. Así, el bebé desarrolla mucho mejor su sentido de la orientación, se acostumbrará más rápido a los horarios fuera del útero.
Técnica auditiva: El feto comienza a percibir los sonidos intra y extrauterinos desde la semana 14 de gestación, o un poco antes. Los diferentes ruidos y sonidos actúan como neurotransmisores interactivos en el bebé. Es decir, que le enviará sensaciones placenteras que quedarán en sus primeros registros cerebrales. Desde el vientre se puede conocer el gusto musical y reconocer cuáles canciones son sus favoritas por sus reacciones y comunicación con la madre a través de sus vueltas y patadas.