Redacción Pediatría y Familia
El crecimiento y desarrollo de los niños es el indicador principal de su excelente salud. Más allá de eso, las diferentes etapas del desarrollo infantil nos muestran si su cerebro y sus habilidades adquiridas son normales a las de un niño de su edad. Por supuesto, aunque es cierto que cada niño crece según su propio ritmo -y también según su herencia- hay ciertas preguntas que padres y especialistas deben resolver.
De acuerdo con psicólogos y pediatras, entre más temprano se detecte un retraso o posible retraso en el desarrollo infantil, menos repercusiones tendrá en su vida futura. Según la Asociación Americana de Pediatría, los pediatras deben realizar chequeos obligatorios para medir las habilidades del bebé en ciertos intervalos. El más recomendado es el esquema: 9 -18 – 30 -48 meses.
En la actualidad, los médicos además de sus conocimientos cuentan con herramientas tecnológicas que los ayudan a descubrir anomalías y a dar un diagnóstico acertado. Las pruebas utilizadas para medir las habilidades de los niños, no suponen un esfuerzo para el pequeño. Si el desarrollo del pequeño va por buen camino o si presenta alguna dificultad, quedará revelado de forma inmediata.
Estas pruebas se enfocan en las habilidades básicas: motricidad, lenguaje y comunicación, desarrollo socio-emocional y resolución de conflictos. A medida que el niño crece, las pruebas van sumando niveles de dificultad frente a áreas y temas específicos. Si bien, los niños las aprenden según sus intereses; no quiere decir que no las aprendan o sepan. Tanto pediatras como terapeutas reconocen que los niños no usan siempre o con la misma intensidad, las habilidades adquiridas.
Los especialistas de la Asociación Americana de Pediatría recomiendan a padres y colegas lo siguiente:
– Tener presente el cuestionario de edades y etapas. Ellos disponen de información detallada y de las primeras pruebas que debe hacer el niño.
– Realizar pruebas a los padres sobre el monitoreo y atención al desarrollo del bebé
– Estar atentos a los resultados de los test sobre autismo, que deben hacerse en niños entre 18 y 24 meses.
Además es crucial que los padres entiendan que son maestros de sus hijos. Los pequeños copian y replican las actitudes de su entorno. Así que debemos estar siempre alerta a nuestros comportamientos, integrarlos a nuestras rutinas y hacerles sentir que son una parte fundamental de nuestra vida.