Redacción Pediatría y Familia
La afonía es una de las afecciones más comunes durante las temporadas más frías del año, sin embargo suelen ser causa de diversos factores. Entre ellos, se incluyen las condiciones respiratorias, hábitos como consumir bebidas a bajas temperaturas y levantar la voz con frecuencia.
Los síntomas más frecuentes que el niño puede experimentar al padecer una afonía son dolor de garganta, sequedad e irritación de esta misma zona. Cuando no se presta atención a este tipo de alteraciones en la garganta, se pueden presentar lesiones en las cuerdas vocales y nódulos.
De acuerdo al origen de esta afección en la garganta, se deben tomar ciertas medidas para evitar que empeore. Cuando el malestar es causa de un mal comportamiento como el alzar la voz con regularidad es conveniente conversar con el niño, sobre los efectos que esto tiene sobre su salud.
Si de otro modo, la afonía es provocada por enfermedades respiratorias como la laringitis, asma infantil o catarros, es conveniente que el niño tome abundante agua y consuma alimentos ricos en vitamina A.
Otras de las causas más comunes se relacionan con el medio ambiente y el entorno del niños. Los climas y los alimentos fríos, y un ambiente lleno de humo de cigarrillo pueden ser causa de esta dificultad en la garganta. Por ello, es conveniente revisar los hábitos que se tienen y realizar los cambios pertinentes.
En la corrección de esta dificultad, la conversación entre padres e hijos es fundamental. Educarlos en el adecuado uso de voz y enseñarles a abrigarse en temporadas de frío, hacen parte de las herramientas más eficaces para prevenir la afonía infantil.