Artritis idiopática juvenil

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La artritis idiopática juvenil (JIA, por sus siglas en inglés) se ha referido anteriormente como una artritis reumatoidea juvenil o artritis crónica juvenil. Esta es la forma crónica más común de la inflamación de las articulaciones en los niños. JIA es una enfermedad enigmática que con frecuencia es difícil de diagnosticar y para los padres es difícil de comprender. Los síntomas comunes son rigidez e hinchazón de las articulaciones de una o varias articulaciones, dolor y fiebre inexplicable. Si su hijo tiene alguno de estos síntomas, o un patrón inusual de forma de caminar, especialmente en las mañanas o después de las siestas, llame a su pediatra. Sorprendentemente, muchos y probablemente la mayoría de los niños con JIA no se quejan del dolor cuando empiezan a desarrollar los síntomas de la enfermedad.

JIA ocurre con más frecuencia en niños entre las edades de tres y seis años o aproximadamente en el tiempo de la pubertad. No se común para JIA empezar en menores de un año de edad o después de los dieciséis. Aunque esta condición puede neutralizarse, con el tratamiento adecuado muchos niños tienen una recuperación completa en el momento de la pubertad.

La causa exacta de JIA todavía es desconocida. Los investigadores creen que JIA puede ser activado o estar relacionado con una infección viral en los niños que tienen una anormalidad en sus sistemas inmunes (resistencia a las enfermedades). En algunos niños, el virus ocasiona únicamente una enfermedad suave. Pero para otros, el virus ocasiona que el sistema inmune sobrerreacciones y active la inflamación, hinchazón en las articulaciones y dolor.

Los signos, síntomas y efectos a largo plazo pueden variar dependiendo del tipo de JIA. Una forma de JIA conocida como JIA sistémica ocasiona no solamente fiebre y dolor en las articulaciones, sino también puede dañar órganos internos. Cuando JIA sistemática ataca los órganos internos, el niño puede desarrollar pericarditis (una inflamación de la cubierta exterior del corazón), miocarditis (una inflamación del músculo del corazón), pleuritis (una inflamación del recubrimiento de los pulmones) o pneumonitis (una inflamación del tejido del pulmón en sí). La inflamación puede ocurrir también en el cerebro y sus paredes; esta condición se conoce como meningoencefalitis, pero es menos común que las otras condiciones descritas anteriormente.

Existen otros dos tipos de JIA—JIA pauciarticular (que afecta uno o más articulaciones) y poliarticular (que afecta muchas articulaciones). La JIA pauciarticular se puede asociar con la inflamación del ojo, que a su vez puede ocasionar glaucoma o cataratas. La JIA pauciarticular es la forma más común, con más frecuencia afecta a las jovencitas. También tiene el mejor pronóstico relativo a la discapacidad y al resultado final.

Tratamiento de JIA

Se han hecho grandes adelantos en el tratamiento de JIA y otras formas de artritis. El tratamiento varía dependiendo del tipo de artritis que tenga un niño y con frecuencia incluye medicamentos, ejercicios, terapia física y posiblemente tablillas. Es importante seguir el tratamiento recomendado por su médico para asegurar el mejor resultado para el niño.

Para JIA, la terapia se enfoca en reducir la inflamación. La aspirina se puede usar inicialmente en niños con una enfermedad leve ya que reduce la inflamación de la articulación y el dolor. La aspirina también es bastante económica y fácil de administrar. Sin embargo, en algunos niños, la aspirina puede tener algunos efectos secundarios indeseables, como dolor de estómago. Además, debe detenerse la terapia de aspirina si el niño tiene varicela o enfermedades parecidas a la gripe, relacionadas con la enfermedad denominada Síndrome de Reye. Si la aspirina no funciona o produce efectos secundarios no aceptables, su pediatra puede recomendar el uso de medicamentos antiinflamatorios que no sean esteroides (NSAID, por sus siglas en inglés) como el ibuprofeno. Como la aspirina, estos medicamentos de actuación rápida, pero tienen menos probabilidad de ocasionar efectos secundarios.

Particularmente para los niños con muchas articulaciones afectadas por la artritis, se ha hecho muy común cambiar a medicamentos que detengan el crecimiento excesivo rápido del tejido de recubrimiento de las articulaciones o reducir la inflamación. Si JIA es grave y no se mejora con la primera línea de tratamiento, su pediatra puede referir a su niño a un reumatólogo pediatra para este tipo de tratamiento. Dichos medicamentos necesitan de una supervisión cuidadosa pero pueden mejorar en gran manera las vidas de los niños con artritis.

Se encuentran disponibles otras terapias y se ha demostrado que ayudan a los niños con inflamación en una o dos articulaciones. Por ejemplo, un medicamento de esteroides antiinflamatoria se puede inyectar directamente en las articulaciones afectadas y puede restaurar rápidamente la función de sus hijos incluso en articulaciones muy afectadas.

Aunque no hay manera de evitar JIA, es posible que desacelere el progreso de la enfermedad. El ejercicio tiene un rol importante en la desaceleración de JIA y evita que las articulaciones queden muy rígidas. Aunque en algunos momentos puede ser incómodo, especialmente cuando las articulaciones del niño ya están sensibles, es importante que los padres ayuden a sus hijos a trabajar a través de la incomodidad durante beneficios a largo plazo.

Vivir con JIA necesita de mucho ajuste, no solamente para el niño enfermo sino también para sus padres y otros miembros de la familia. Pero trabajar como un equipo ayudará a disminuir el riesgo de que el niño tenga consecuencias o problemas a largo plazo. Su pediatra puede recomendarle organizaciones de artritis que pueden proporcionarle información útil sobre esta compleja enfermedad.

 

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