Con el paso de los años, la depresión se ha vuelto un padecimieto emocional tan común en adolescentes y adultos. El sentimiento más frecuente que pueden llegar a sentir estas personas es la incomprensión, pues sienten que no encajan en su entorno, ni con amigos ni sus familiares y terminan aislándose.
Tristemente, cuando no se tiene un diagnóstico psiquiátrico de por medio, se suele menospreciar los primeros síntomas de alerta de este trastorno y se confunden con pereza o vagancia, por ello es importante tener en cuenta cuáles son sus síntomas para poder actuar a tiempo.
Y es que para la persona que la padece, no es sencillo expresar cómo se siente porque muchas veces no lo saben. La depresión es una enfermedad silenciosa que inicia desde el interior de la persona y que poco a poco empieza a exteriorizar mediante las acciones que hace, y que incluso deja de hacer
Comprender cómo se siente una persona deprimida nos ayuda a conectar mejor con ella, a sentirnos más cerca de ella. Es importante tener en cuenta que una persona deprimida no está así por gusto, no se trata de una decisión como sucede con el estado de ánimo; la depresión no se cura por el hecho de que nosotros intentemos que esa persona deje de sentirse triste.
¿Qué es la depresión?
La depresión es un trastorno emocional que implica cambios importantes en la forma de pensar, sentir y actuar. Los síntomas principales son la tristeza y la desesperanza, pero, además pueden aparecer síntomas como pérdida de apetito, insomnio, sentimiento de culpa, perdida de interés en actividades que antes realizaba con frecuencia.
Siempre hay un motivo detrás de la depresión ya sean cambios en algún aspecto de la vida, traumas, experiencias negativas y, en algunos casos, la causa puede ser un desequilibrio de algunas sustancias en el cerebro. Esto produce que la persona no encuentre un balance entre lo positivo y lo negativo, y de hecho, se centre más en los eventos negativos.
Las personas que llegan a deprimirse reaccionan al dolor dejando de hacer su vida normal, dejan de hacer actividades satisfactorias como leer, pasear, salir con amigos, hacer deporte, etc. Incluso dejan de lado las obligaciones como el estudio, el trabajo, las responsabilidades en casa y se retraen socialmente. Desafortunadamente es una reacción común que tiene como consecuencia el sentimiento de inutilidad, tristeza y consigo, más dolor.
Además de dejar de hacer cosas, la persona empieza a cambiar la forma de pensar y aparecen pensamientos negativos que pueden ser sobre uno mismo, sobre los demás o sobre el futuro. Estos pensamientos que son automáticos e involuntarios les hacen sentir intensas emociones negativas que pueden afectar al organismo produciendo ganas de llorar, pérdida del apetito, pérdida de peso, pérdida de sueño y en algunos casos llevarlos a pensar en una salida equivocada para finalizar con eso que sienten.
Cualquier pérdida produce dolor en las personas, que nos afecte más o menos va a depender de nuestras experiencias y modelos de aprendizaje, por ello no todas las personas que pasan por situaciones complicadas se deprimen.
¿Cómo cuidar a una persona con depresión?
Muchas veces los familiares se enfadan con la persona deprimida porque no hay una respuesta satisfactoria a los intentos de mejora. Lo que muchos no saben es que la depresión es un trastorno paralizante capaz de nublar los propósitos de vida, metas y objetivos que se tengan.
Y es que hay una delgada línea entre querer hacer que se sientan mejor y aumentar su sentimiento de desesperanza por ello debe haber mucho tacto; tratar a una persona con depresión no es fácil. Aquí te dejamos algunas pautas que puedes seguir si alguien que conoces pueda estar atravesando este proceso:
– Entiende cómo funciona la depresión y que las reacciones y los cambios que se producen no son por voluntad de la persona, sino efectos de esta enfemedad.
– No refuerces sus quejas ni le des la razón a sus pensamientos negativos, no prestar demasiada atención a las conductas depresivas para no alimentar su visión negativa de la vida.
– Controla tus enfados. Si ves que la persona no ha respondido como esperabas, no ha hecho algo que debía, etc, procura no enfadarte, esto solo aumenta la sensación de inutilidad de la persona haciéndole sentir peor.
– Propón actividades pero ten en cuenta que la persona deprimida no estará muy dispuesta, con lo que han de ser actividades que no requieran mucho esfuerzo, empieza por pequeñas cosas.
– Refuerza los pequeños cambios cualquier cosa, como una sonrisa, tomar la iniciativa en algo, arreglarse, etc, de esta manera generamos emociones positivas y propiciamos que se repita en el futuro.
Ten presente que por no presentar afecciones físicas, la depresión no es menos importante porque al igual que las enfermedades silenciosas, esta necesita un tratamiento tanto psicológico como psiquiátrico. Consulta con un especialista ante la mínima sospecha de depresión en alguien que conozcas.
Entre más rápido inicie el tratamiento, mejores serán los resultados.