Por: Elivette Zambrana-Flores,MD, FACR
Board Certified en Reumatología Pediátrica y Pediatría General
A la artritis crónica en niños se conoce como artritis idiopática juvenil
La aparición de esta condición se da con alguno o todos de los siguientes síntomas:
- Fiebre constante
- Articulaciones calientes al tacto
- Hinchazón y sensibilidad en las articulaciones
- Incapacidad de doblar o enderezar las articulaciones en su totalidad
- Dificultad para realizar sus actividades cotidianas
Una vez se sospecha el diagnóstico de artritis idiopática juvenil, su médico primario muy posiblemente refiera a su niño a un reumatólogo pediátrico. El reumatólogo, además de tomarle un historial completo y examinar a su hijo, le ordenará múltiples pruebas de laboratorios.
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La importancia del reumatólogo pediatra
Las condiciones infantiles y juveniles relacionadas con el sistema musculoesquelético son tratadas por el reumatólogo pediatra.
La mayoría de éstas son crónicas y necesitan ser diagnosticadas con rapidez para evitar complicaciones serias a futuro, como es el caso de la artritis idiopática juvenil, una enfermedad a la que todavía no se conoce su origen y cuyo diagnóstico necesita un tiempo considerable.
“Esto se debe a que el diagnóstico de artritis idiopática juvenil es un diagnóstico de exclusión, lo que significa que hay que descartar otras posibles causas de artritis, antes de confirmar el diagnóstico”.
Ninguna prueba en específico es definitiva para artritis; el médico otorga este diagnóstico solo al evaluar todos los aspectos del paciente.
Medicamentos usuales para tratar la artritis en niños
Una vez el niño es diagnosticado con artritis idiopática juvenil, el reumatólogo pediátrico comienza a tratar al niño con inflamatorios no esteroidales como lo son el ibuprofen, naproxen, meloxicam y el diclofenac entre otros.
En casos más severos, se pudiesen recomendar medicamentos antireumáticos modificadores de enfermedad como lo es metotrexate y/o medicamentos biológicos.
En otros casos, dependiendo de la cantidad de articulaciones envueltas, su hijo se pudiese beneficiar de inyecciones de antiinflamatorios esteroidales directamente en la articulación.
“Otra consideración es un referido a un oftalmólogo pediátrico para descartar inflamación del interior del ojo conocida como uveítis“.
La uveítis muchas veces no presenta síntomas y usualmente no está asociada a la actividad de la artritis, pero pudiese causar pérdida de visión permanente.
“En resumen, la artritis sí ocurre en niños. La artritis idiopática juvenil es una condición potencialmente seria, la cual responde muy bien a su tratamiento”.
Lo más importante es un diagnóstico temprano y certero para poder comenzar el tratamiento lo antes posible y así evitar posibles complicaciones a largo plazo.