Durante el primer año del bebé tienen mucho que aprender: toma consciencia de sí mismo, se relaciona con el entorno, aprende a reconocer a la familia, en muy poco tiempo son capaces de asimilar mucha información.
Es importante tener en cuenta que es una guía aproximativa, las personas no funcionamos como máquinas, de forma que es posible que tu bebé se adelante en alguna habilidad y se retrase en otra, cada bebé tiene su ritmo de crecimiento y que no siga exactamente las mismas pautas que otros bebés no significa que exista ningún problema.
No obstante, si tienes la sensación de que el desarrollo de tu hijo no es el correcto, debes anotar todas las situaciones que observes y te preocupen y consúltaselo a tu pediatra.
Mantiene los ojos más tiempo abiertos y empieza a responder a algunos estímulos, por ejemplo son afectuosos con las personas que les cuidan, mantienen contacto visual y son capaces de sonreír. Es bueno estimularlos con canciones y sonidos para observar cuáles son sus respuestas, además de darle mimos y caricias, ha pasado un mes desde que nacieron y ya están más acostumbrados al entorno que les rodea.
Durante cortos periodos ya es capaz de mantener la cabeza erguida, además la mueve de un lado para otro intentando averiguar qué es lo que les rodea, sienten curiosidad por descubrir nuevas cosas. También empiezan a emitir sonidos guturales y balbucean, así llaman la atención de mamá y papá.
El bebé ya ríe de forma constante, no le gusta estar sólo y como ya es capaz de diferenciar perfectamente a las personas, cuando ve un rostro reconocido le recompensa con una sonrisa, además ya empieza a distinguir olores, así que reconoce el aroma que desprende su madre. Poco a poco mantiene la cabeza erguida durante un poco más de tiempo, además es capaz de darse la vuelta sin ayuda cuando está acostado.
Ya puede mantener la cabeza erguida de forma perfecta, además toma consciencia de sus brazos y manos, es habitual que las observe constantemente. Lo mismo le ocurre con las piernas, es habitual que peguen patadas y observen qué es lo que ocurre. En este momento ya es capaz de mantener la vista fija en un objeto o una persona, por lo que ya puede jugar, coge juguetes con las manos y los agita o golpea.
El bebé es capaz de distinguir los colores llamativos, si te vistes con colores fuertes, se asombrará y te mirará mucho. Los balbuceos y sonidos son más frecuentes, los utiliza para expresar su estado de ánimo. Además ya tiene desarrollado el sentido del gusto por completo, así que es frecuente que todo lo que coja se lo lleve a la boca, loa padres deben estar atentos y cuidar que no tenga al alcance nada que pueda tragarse sin querer.
Ya ha llegado a medio año de vida, el bebé siente curiosidad por las diferentes texturas y quiere tocarlo todo, se debe a que ha desarrollado el sentido del tacto. Es capaz de agarrar juguetes y soltarlos para agarrar otros, se divierte descubriendo nuevas formas de objetos. Puede permanecer sentado sin ayuda, y es posible que empiecen a salirle algún diente, por lo que suelen babear mucho, para aliviar el dolor se llevará objetos a la encía, ayúdale con el mordedor.
En el séptimo mes de vida el bebé disfruta jugando, está muy emocionado por todo lo que le rodea, quiere conseguir alcanzarlo todo y arrastra los objetos hacia si mismo. También sabe entender mejor las conversaciones, por lo que aunque no sepa hablar responde con balbuceos y gemidos a lo que le digas.
Comienza a gatear y es posible que diga algunos monosílabos como MA-MA o PA-PA pero no se lo dicen a una persona concreta están practicando sonidos. Toman mucha consciencia de sus manos, les gustará hacer palmas y moverlas diciendo adiós y hola. También cogen objetos con los dedos, y aprenden a desplazarlos con mejor precisión.
Si se sostienen de un objeto con el que se sienten seguros son capaces de permanecer de pié por un tiempo determinado, además disfrutará jugando tirando juguetes y buscándolos después por el suelo. Ya gatea por periodos más largos y lo hace esquivando objetos y teniendo consciencia del movimiento.
El bebé tiene mayor sentido del equilibrio, por lo que si se ayuda de alguien es capaz de dar algún paso. En el décimo mes también es frecuente que muestren más sus sentimientos, les gusta dar abrazos, acariciar e incluso besar a las personas más cercanas a él. Otras de sus aficiones preferidas será hacer sonidos, aporrear la mesa, objetos y descubrir los sonidos que emiten. Estimúlale con juguetes interactivos que hablen y tengan incorporados distintos sonidos.
Durante este mes, los bebés empiezan a tener una época muy sociable, disfruta de la compañía de otros niños y se divierte jugando con ellos y compartiendo los juguetes. Tiene un lenguaje corporal muy desarrollado y es fácil entender lo que desea, también ocurre lo mismo al contrario, el bebé entiende el significado de algunas palabras como: “no” “para” “coge esto”, ya sabe decir papá y mamá a quién corresponde.
Además de papá y mamá dice palabras nuevas y constantemente balbucea expresando sus sentimientos. También sabe indicar lo que desea con gestos, puede empezar a caminar dando algunos tímidos pasos sin ayuda. Si gatea es posible que camine más tarde, ya que la necesidad de descubrir su entorno está cubierta.
Por: Redacción Pediatría y Familia