La lactancia es uno de los procesos más importantes en el desarrollo de los más pequeños. De hecho, las recomendaciones indican que este sea el único alimento de los recién nacidos durante sus primeros meses de vida. Por ello, tanto la madre, como el especialista que revise el crecimiento del niño tras el parto, deben velar porque este proceso se lleve de la mejor manera posible.
Una de las situaciones que se pueden encontrar los padres y madres son la hipogalactia, es decir, una escasa producción de leche. Por ello, muchas madres no pueden dar el pecho a sus hijos, ¿cuáles son las causas?
Hipoplasia mamaria
En este caso la hipogalactia se relaciona con un escaso tejido mamario, es decir, que tienen poca glándula. Por ello, la producción de leche se ve afectada y suele ser menor. Para saber si esta es la situación, lo mejor es consultar a un especialista, aunque estos pechos suelen tener una forma peculiar (las areolas sobresalen del pecho, los senos están muy separados entre sí, etc.). En este caso, se podría intentar una lactancia mixta.
Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP)
Estas madres han mostrado, previamente, dificultades para concebir. Tras el parto, también pueden aparecer problemas para producir la cantidad de leche óptima para el bebé. Sin embargo, existe una medicación específica, que se toma durante el embarazo y al inicio de la lactancia, que consigue que las madres con SOP tengan unos niveles de leche adecuados y puedan amamantar a los niños.
Síndrome de Shehann
Causado por una hemorragia severa después del postparto. Este sangrado afecta a la hipófisis, que controla el funcionamiento de la lactancia y hacer que no produzca suficiente leche.
Alteraciones de la glándula tiroides
Las madres que han padecido problemas de tiroides antes, o durante, el embarazo controlen sus niveles hormonales (también después del parto) para saber si son los recomendables. La medicación para tratar este problema es compatible con la lactancia.
Retención de la placenta
La producción de leche comienza cuando la placenta se separa del útero. Si queda algún resto, puede ocurrir que la madre no produzca este alimento 5 o 7 días después del parto. Para solucionar el problema basta con una ecografía para detectar estos residuos.
Cirugía de reducción de pecho
Las mujeres que se han sometido a una operación de reducción de pecho en su juventud suelen tener problemas para producir niveles de leche óptimos.
Obesidad
Las mujeres que la padecen pueden sufrir una demora en la producción de leche, más allá de las 24-48 horas después del parto. Solo cabe esperar que aparezca la leche y vigilar el peso del bebé en los primeros días y suplementar si hace falta.
Fuente: hacerfamilia