A pesar de los avances de la ciencia, el cáncer infantil es una de las enfermedades principales que causan mortalidad en niños y adolescentes en todo el mundo. Según la OMS, cada año se diagnostica cáncer a aproximadamente 300.000 niños de entre 0 y 19 años. Y, según esta organización, los tipos más comunes son la leucemia, el cáncer cerebral, el linfoma y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms.
A diferencia del cáncer en adultos, la inmensa mayoría de los cánceres en los niños no tiene una causa conocida. Entonces, pese a estas estadísticas tan desfavorables y la constancia en estudios e investigaciones para revertir esta situación, las causas del cáncer infantil todavía no se conocen.
Exacto, actualmente no existen formas efectivas de prevención de esta enfermedad. Por lo tanto, es importante un diagnóstico precoz y un tratamiento efectivo, que aumente las probabilidades de que el niño sobreviva y lleve una vida activa y productiva.
Factores asociados
Vacunas. Algunas infecciones podrían incrementar las posibilidades de que un niño desarrolle cáncer, por lo que es importante la vacunación.
Medicamentos. Entre los pocos factores encontrados que están ligados con el cáncer se encuentra la ingestión de dietilestilbestrol durante el embarazo.
Virus. Algunos como el EBV, el virus de la hepatitis B, el virus del herpes humano o el VIH aumentan el riesgo de padecer determinados cánceres infantiles.
El cáncer es una enfermedad curable, la detección temprana, el diagnóstico oportuno y el correcto manejo de la misma pueden mejorar el pronóstico del niño y aumentar las posibilidades de cura.
¿Qué debemos evitar?
Aunque existen únicamente sospechas, hay algunas situaciones que incrementan el riesgo tales como:
- Convivir en un ambiente de humo.
- Ser hijo de una madre que consume drogas, que se ha expuesto a rayos X durante el embarazo o ser portador del virus de la hepatitis B.
¿Qué podemos hacer?
Si bien no existen fórmulas que garanticen que alguien padezca de cáncer, existen ciertas recomendaciones y acciones que podemos realizar como padres para disminuir el riesgo de padecimiento. Aquí te mostramos algunas de ellas:
- Consumir frutas y verduras a diario.
- Evitar el consumo de alimentos fritos o asados a la parrilla.
- Limitar el consumo de alimentos preparados con humo, como los ahumados y los conservados en vinagre.
- Ingerir suplementos de vitaminas.
- Combatir la obesidad.
- Sustituir la proteína animal por la vegetal, siempre que sea posible.
- Evitar el consumo masivo de edulcorantes, bebidas light y comidas rápidas sin ningún tipo de control.
¿Es posible la detección precoz del cáncer infantil?
La mayoría de los cánceres infantiles presentan signos y síntomas inespecíficos iniciales. Estos pueden resultar engañosos pues se asemejan a los de una enfermedad viral. Ahora bien, algunos posibles síntomas relacionados con el cáncer infantil son:
- Fiebre, pérdida de peso y apetito, palidez, fatiga, sangrados o moretones de fácil aparición.
- Bultos en el abdomen, pelvis, cuello, cabeza, extremidades, ganglios, etc.
- Dolor en los huesos, articulaciones, espalda y fracturas fáciles.
- Pequeñas manchas en ojo, ceguera, pérdida de visión o protuberancia del globo ocular.
- Cambios de conducta, trastornos de equilibrio, marcha, dolor de cabeza, agrandamiento de la cabeza.
- Vómitos por la mañana, estados febriles recurrentes no relacionados con infecciones.
Los pediatras recomiendan consultar cuando el niño muestra desinterés por cosas habituales o comienza a decaer su rendimiento escolar sin motivo aparente.