Lo más sano en estos tiempos de COVID-19 es desinfectar correctamente los utensilios que tienen contacto con el exterior y desinfectarnos nosotros mismos al llegar a casa. Mucho se habla de la nueva normalidad y de las acciones que adoptaremos una vez se erradique el virus, como la conciencia sobre el lavado de manos. Sin embargo, ¿es sano que podamos desinfectar las manos de los bebés con los mismos productos que utilizamos nosotros?
La respuesta es no, La Asociación Española de Pediatría (AEP) asegura que el uso de productos con alcohol, pueden suponer un riesgo de intoxicación para los niños, puesto que constantemente se llevan las manos a la boca. De manera que la recomendación principal es utilizar geles desinfectantes especiales para niños, como un complemento de higiene de las manos, más no como un reemplazo del lavado de manos.
La manera correcta para desinfectar las manos de los más pequeños
Poco a poco se han ido reactivando algunas actividades que solíamos realizar antes de la temporada de cuarentena, como las actividades al aire libre. A pesar de que ya inició la vacunación para los niños, menos que nunca debemos bajar la guardia con las medidas de precacución.
- El lavado de manos en bebés y niños debe realizarse inmediatamente regresan a casa después de haber salido.
- Ten en cuenta que para acabar con los gérmenes del coronavirus, es necesario utilizar un desinfectante con al menos un 60% de alcohol.
- Procura que el bebé no toque nada hasta que el gel se haya secado en la piel por completo.
- Evita que se lleve las manos a la boca para lamer el gel.
- Asegúrate de mantener las botellas de los geles fuera del alcance de los niños.
La desinfección con geles es complementaria
La UNICEF asegura que el lavado de manos es la manera más económica pero efectiva para evitar el contagio de la enfermedad, por eso recuerda la importancia de practicar el lavado de manera conciente luego de que vayan al baño, antes comer o tocar la comida, después de sonarse la nariz o toser, después de jugar con las mascotas, después de visitar un amigo o familiar enfermo y al llegar de jugar al aire libre.
Si deseas conocer cuál es el mejor antibacterial para tu hijo o tienes alguna pregunta al respecto, no sobra que lo consultes directamente con el pediatra.
