Tras una investigación de cinco años, un científico a cuestionado los efectos que diferentes aparatos electrónicos como los vídeo juegos, la televisión, el computador y las tabletas generan sobre los niños.
La conclusión de este científico, Michel Desmurget, uno de los neurocientíficos más prestigiosos de Francia es altamente preocupante, pues señala una disminución significativa en el coeficiente intelectual de los pequeños.
“Estas herramientas dañan el cerebro, deterioran el sueño, interfieren con el lenguaje y el éxito académico, perjudican la concentración, aumentan el riesgo de obesidad y mucho más”, planteó Desmurget a la BBC.
El alarmante aumento del uso de las pantallas con fines recreativos, aparte de una nueva realidad que también nos obliga a usarlas para fines educativos, impide el libre desarrollo y el disfrute de otras actividades al aire libre y limita la capacidad de aprendizaje por medio de la exploración y el contacto con el mundo externo.
De acuerdo con los datos dados por el científico, en promedio, son casi 3 horas diarias para los niños de 2 años, casi 5 horas para los escolares de 8 años y más de 7 horas para los adolescentes, lo que muestra cómo pasan sus años de niñez encerrados frente a estos aparatos.
“Esta locura digital devora metódicamente todo lo emocional –es decir, la ansiedad, la agresividad, entre otras posibilidades– y lo cognitivo –el lenguaje, la concentración, la cultura, en el sentido de un cuerpo de conocimiento que permite comprender y pensar el mundo”, recalca.
Además de la limitación evidente en su aprendizaje, este tipo de conductas, suelen volver al niño agresivo, mientras dañan y alejan aún más de las relaciones y el contacto con las familias, genera trastornos de ansiedad e hiperactividad
Las capacidades intelectuales, así como las sociales y emocionales deben fortalecerse en el día a día y el consumo excesivo de tiempo frente a estos aparatos, debilita el adecuado desarrollo y fortalecimiento.
La recomendación final radica en disfrutar la mayor parte del tiempo de espacios libres fuera del contacto con las pantallas de diferentes dispositivos, haciendo que la interacción con ellos sea casi nula, especialmente en niños menores de 6 años, pues la exposición temprana con los mismos, genera mayor riesgo de consumo excesivo.
El mal uso de estas herramientas puede llegar a generar daños en el cerebro, sin embrago, no se reflejan daños por el uso controlado, hablando de permitir a los niños mayores de seis años y adolescentes una interacción sana de no más de una hora por día.
Adicional a los daños ya mencionados, es común que los pequeños que pasan muchas horas frente a las pantallas, puedan presentar problemas en su salud como obesidad o que dificulten su desarrollo académico y su concentración.
Información BBC
Información El Tiempo