Redacción Pediatría y Familia
Una cesárea es un procedimiento quirúrgico que consiste en practicar un corte en el abdomen y el útero, a través del cual se extrae al bebé. En algunos casos, la cesárea se programa por anticipado, y en otros, se realiza cuando surgen complicaciones imprevistas.
A continuación algunas causas o motivos que llevan a un ginecólogo a optar por un parto instrumentalizado:
Cesárea clásica
Si tuviste una cesárea “clásica” en el parto anterior con corte uterino vertical (lo cual es relativamente poco común) o más de una cesárea. Estos dos casos incrementan de manera significativa el riesgo de una ruptura de útero durante un parto vaginal. (Si solo has tenido una cesárea con corte horizontal, puedes ser buena candidata para tener un parto vaginal después de una cesárea).
Otra cirugía
Si has sufrido alguna otra cirugía uterina, como por ejemplo una miomectomía (extracción quirúrgica de fibromas).
Embarazo múltiple
Si estás embarazada de más de un bebé (algunos gemelos pueden nacer por parto vaginal, pero todos los embarazos de trillizos o más bebés requieren una cesárea).
Macrosomia
Si se espera que tu bebé sea muy grande (esta complicación se denomina macrosomia), especialmente si eres diabética o has tenido otro bebé de igual tamaño o menor que haya sufrido traumatismos graves durante el parto vaginal.
Posición del bebé
Si tu bebé viene de nalgas o está en posición transversal (de costado). En algunos casos, como en un embarazo gemelar en el que el primer bebé está ubicado cabeza abajo y el segundo viene de nalgas, es posible dar a luz de forma vaginal al bebé que está de nalgas.
Placenta previa
Si tienes placenta previa, es decir, cuando la placenta se encuentra tan abajo en el útero que cubre el cuello uterino.
Obstrucciones
Si tienes una obstrucción, como un fibroma muy grande que pudiera hacer el parto vaginal muy difícil o imposible.
Enfermedad o anomalía fetal
Si se sabe que el bebé tiene una enfermedad o anomalía fetal que haría que el parto vaginal fuera peligroso. Uno de estos casos es cuando el tubo neural abierto no se cierra.
VIH
Si eres VIH positivo y los análisis de sangre efectuados al final del embarazo muestran que tienes una alta cantidad del virus.
Por otra parte, se podría necesitar de una cesárea de emergencia si surgen complicaciones que hacen que inducir o continuar con el parto vaginal sea peligroso. Estas complicaciones son:
- El cuello del útero deja de dilatarse o el bebé deja de descender por el canal del parto, y los intentos de estimular las contracciones y reanudar el proceso no han dado resultado.
- La frecuencia cardíaca del bebé preocupa al médico, por lo que este determina no continuar con una inducción ni con un parto vaginal.
- El cordón umbilical se desliza por el cuello del útero (esto se denomina cordón umbilical prolapsado). Si eso sucede, el bebé necesitará nacer inmediatamente, porque un cordón prolapsado puede cortarle el suministro de oxígeno.
- La placenta comienza a desprenderse de la pared uterina (desprendimiento prematuro de placenta), lo que significa que el bebé no tendrá suficiente oxígeno, a menos que nazca inmediatamente.
- Tienes una erupción de herpes genital cuando empiezas el parto o cuando rompes aguas (rompes la fuente o bolsa). La cesárea ayudará a proteger a tu bebé contra la infección.