Una de las consultas más fecuentes durante el embarazo es el insomnio, sus causas y tratamiento. Y la verdad es que los cambios tanto hormonales como fisiológicos son los responsables de los trastornos del sueño presentados entre el 70% y el 85% de mujeres gestantes, según estudios. Las náuseas, dolor de espalda, movimiento fetal, dolor y calambres en las piernas son algunas causas de la pérdida de sueño.
Sin embargo, con el paso de los meses la mujer se adapta a los cambios hormonales, de manera que estos síntomas se van reduciendo significativamente.
Algunas características del insomnio pueden ser desde la dificultad para conciliar el sueño, hasta tener un sueño no reparador, y durante las mañanas se puede presentar fatiga, síntomas de depresión y ansiedad, déficit de atención, entre otros.
¿Qué puedo hacer para dormir mejor?
Durante el último trimestre del embarazo, el crecimiento del vientre generará dolores musculares e incomodidad a la hora de encontrar la postura correcta. Si es el caso, se ha comprobado que el uso de almohadas adicionales bajo el vientre y en medio de las piernas genera un alivio para la presión lumbar.
Por otro lado, se debe evitar la condimentación excesiva de los alimentos en horas de la noche, pues esto puede ser una de las principales causas de las náuseas y el reflujo. Evita, también, las comidas picantes y ácidas.
La hidratación debe ser un punto fundamental durante la gestación, sin embargo, reducir la cantidad de líquidos en horas de la noche evitará el aumento de la frecuencia urinaria. Evita o disminuye el consumo de cafeína, té y bebidas gaseosas.
En algunos casos, un baño antes de dormir produce un efecto relajante y con ella una mejor conciliación del sueño.
Los trastornos del sueño suelen desparecer después del parto; consulta con un ginecólogo en caso de que el problema persista.
