Por: Redacción Pediatría y Familia
La cesárea o parto quirúrgico es una forma de parto que se realiza mediante cirugía. Con este método se realiza una incisión en el abdomen y otra en el útero para que se libere el feto. Además, tiene una duración entre 45 minutos y 1 hora.
El nacimiento del bebé suele ocurrir ya en los primeros 15 minutos del acto quirúrgico. Sin embargo, el obstetra todavía necesita de, por lo menos, más 30 minutos para hacer todas las suturas; incluyendo útero, músculos y piel. Como en cualquier cirugía, la cesárea necesita ser ejecutada bajo anestesia, habitualmente epidural o raquídea.
En las últimas décadas se ha popularizado y convertido en solicitud usual de la gestante. Existe la impresión de que la cesárea es una forma más segura y con menores complicaciones. Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad.
¿Qué opinan los expertos?
La OMS considera que la mejor forma de nacer de un bebé es mediante el parto vaginal. Según afirma esta organización, solamente cerca de un 15% de los partos presenta indicación para la cesárea, mientras que el 85% restante es efectuado por vía vaginal. No obstante, se puede indicar la cesárea en razón de cuestiones médicas relacionadas con problemas en la gestación.
Cuando los bebés nacen mediante cesárea, no se contaminan con las bacterias de su madre. En este caso, se contamina con bacterias del entorno lo que aumenta el riesgo de padecer alergias. Esto sucede porque los niños que nacen vía vaginal colonizan sus intestinos después del parto y, por el contrario, los nacidos por cesárea están mucho menos expuestos a microbios. Las consecuencias de dichas alteraciones es la propensión a enfermedades como el asma o la diabetes y otras de tipo inmunológicas. Esto, adicional a todos los problemas que podría provocar una intervención quirúrgica como esta.
Si bien la cesárea ofrece la posibilidad de elegir la fecha exacta del nacimiento, el trabajo de parto es corto y elimina el riesgo de complicaciones relacionadas al proceso de trabajo de parto vaginal, las recomendaciones son claras. Si su embarazo es sano y no tiene complicaciones aparentes lo ideal es que usted elija el parto vaginal.