Aunque se cree que a la mujer es la única a la que le afectan los cambios luego del embarazo y todo lo que significa haber traído una nueva vida al mundo, se ha comprobado que sus parejas, los nuevos padres, también sufren de depresión post parto.
En la mayoría de casos, cuando nace un bebé, toda la atención y cuidados están enfocados en la madre y su pequeño, dejando de lado el papel del papá. Es este descuido – no intencional- y la presión de cuidar a su familia, las que generan en un 5-10% de padres, este tipo de depresión.
Sin embargo, la depresión post parto en hombres no se presenta de la misma forma que en las mujeres. En ellos se refleja unas semanas después del nacimiento del bebé. La causa son las múltiples responsabilidades con las que el padre se ve comprometido, también se da por el miedo a perder su libertad o las angustias financieras.
Cuando el hombre está demasiado callado y retraído, si está enojado la mayor parte del tiempo, si duerme mal, si se molesta por hacer las tareas diarias y todos estos comportamientos son frecuentes, puede estar atravesando un episodio de depresión post parto.
Este puede llegar a convertirse en un grave problema si no se trata a tiempo. El primer paso aquí es reconocer el problema, dialogarlo con la pareja y buscar ayuda profesional.
La clave está en el amor y en la paciencia familiar. Estas herramientas ayudarán a superar el momento crítico y emprender el nuevo camino de la paternidad.