UN TAPÓN DE CERA
Es la causa más común. Si te da por mirar y ves el tapón, no intentes sacarlo con bastoncillos ni, por supuesto, con objetos punzantes. Muchas otitis externas tienen su origen en una agresión de las paredes del conducto auditivo. Pide cita al otorrino.
OTITIS MEDIA
Además del dolor, una de sus manifestaciones es la inflamación de la zona y la pérdida de audición. La capacidad se recupera cuando desaparece la infección. Si la otitis se repite con cierta frecuencia, el otorrino indicará una audiometría.
CATARRO
Los virus catarrales congestionan la mucosa nasal y a consecuencia de la cercanía de la trompa de Eustaquio (más en la infancia), favorecen el taponamiento del oído.
CASCOS Y MP3
En la moderación está la clave. El uso de estos dispositivos a un volumen excesivo puede causar déficit de audición.
ALERGIA
Puede inflamar la mucosa nasal y, secundariamente, ocasionar dificultad para oír.
Recuerda que si el cerebro no recibe bien el sonido, el aprendizaje se resiente. El niño que oye mal se aísla y sus relaciones empeoran.
Si dudas, acude de inmediato al pediatra, al otorrino y a un centro especializado en audiología infantil.