Para un niño, la rabia es como un monstruo que se apodera de todo de encuentra a su paso, un monstruo incontrolable y muy dañino. ¿Cómo hacer para que un niño sea capaz de enfrentarse a este gran monstruo? La psicóloga Marina Martín creó un juego que ayuda a los más pequeños a canalizar su ira: ‘La caja de la ira’
Una caja para atrapar la rabia y frenar las rabietas infantiles
Para ellos, esta actividad no es más que un juego, y sin embargo puede suponer una fantástica herramienta para enseñarles a lidiar con una de las emociones más complejas e incontrolables: la ira.
La ‘Caja de la ira’ sirve para que el niño aprenda a controlar su momento de enfado y consiga tranquilizarse antes de actuar de forma incontrolada.
¿Quieres saber cómo se juega?
El cuento
Primero debes contarle la historia de Roberto (o el nombre que prefieras), un niño que un día tuvo un mal día en el colegio, y también en casa, porque no conseguía lo que deseaba y todo le salía al revés… Roberto tiene tan mal día que, al llegar la noche estalla en pataletas y llantos incontrolados.
En ese momento, al sentir Roberto tanta rabia, un enorme monstruo salió de él y comenzó a romper todo lo que encontraba a su paso. Roberto, al ver el destrozo que ‘su monstruo’ había ocasionado, intentó reparar todo, y a la vez que arreglaba lo que el monstruo había roto, el monstruo se hacía más y más pequeño, hasta desaparecer. Esta historia, por cierto, está basada en un famoso cuento: ‘Vaya rabieta’, de la escritora Mireille d’Allancé.
Di a tu hijo que cada vez que sienta mucho enfado, como Roberto, debe hacer un dibujo de la rabia que siente, que haga un garabato del color que desee. Para ello, ofrécele una hoja en blanco y lápices de colores y cuando haya terminado, le dices que le dibuje ojos, manos y pies, hasta definir su particular monstruo de la rabia.
La caja
Busca una caja vacía (o un tarro) y encierra el dibujo en la caja. Explica al niño que el monstruo de la rabia ya no podrá salir.
Por qué la ira también es importante para los niños
La ira es una de las emociones básicas presente en todas las personas. Evidentemente, también en los niños, pero con el tiempo aprendemos a canalizarla.
La primera vez en el que el niño descubre que la rabia que siente puede resultar terriblemente frustrante es a los 2 años aproximadamente. Es la etapa por excelencia de las rabietas. La ira puede hacerles perder el control y estallan en gritos, llantos y pataletas. Pero la ira, aunque nos cueste creerlo, es necesaria. Nos ayuda a seleccionar lo que nos gusta de lo que NO nos gusta, lo que nos agrada de lo que nos desagrada.
La ira debe ser vista como un mecanismo de defensa. Estalla cuando nos sentimos amenazados (a nivel físico o psicológico). ¿Qué nos produce enfado? ¿Por qué? ¿Cómo podemos solucionarlo? Ayuda a tu hijo a transformar la ira en algo positivo, una forma de conocerse mejor a sí mismo y de conocer mejor a los demás. Lo mejor sea enseñar a los niños a entenderla, y no tanto a evitarla.
Guía Infantil