El codo de niñera es uno de los motivos más comunes de consulta de la población pediátrica menor de 5 años, afectando principalmente a niños entre 1 y 2 años de edad. Se produce cuando el radio, hueso del antebrazo, se desplaza parcialmente de su sitio donde generalmente se une la articulación del codo.
Es el resultado de una fuerza ejercida sobre la mano o la muñeca de un niño con el brazo extendido, ya sea en los primeros pasos para evitar una caída o deslizamiento, o por el contrario, durante el levantamiento de la cama o del suelo, e incluso en una hora de juego.
SÍNTOMAS:
Ahora bien, los principales síntomas del codo de niñera pueden variar entre:
- Dolor inmediato
- Imposibilidad de mover el brazo lesionado
- Ansiedad
Cuando la lesión se produce, es posible que pueda notarse un crujido que corresponde a la dislocación del radio y de inmediato el niño comenzará a llorar. En la mayoría de los casos, el dolor pasa rápidamente aunque el brazo permanezca inmovil y no presente hinchazón ni deformidad. Sin embargo, es importante que ante la sospecha de la dislocación, acuda directamente con un profesional en pediatría.
El diagnóstico del codo de niñera es clínico: es sencillo y consta de un examen físico y una radiografía.
TRATAMIENTO:
El tratamiento será determinado teniendo en cuenta factores tales como la edad del niño, estado general de la salud, historia médica, gravedad de la lesión, entre otros. Puede incluir analgésicos, pero en muchos casos solo son necesarias las maniobras de reducción del hueso luxado practicadas por un profesional.
Recuerde que se trata de una lesión común, pero no deja de ser dolorosa para los infantes.
Se recomienda no halar de los brazos del menor a la hora de levantarlo, jugar o acompañarlo en los primeros pasos. En caso de ser necesario, ejerza esta fuerza sobre los dos brazos en vez de uno solo para, posteriormente, evitar lesiones similares.