Marta Ivelisse Vélez |
Redactora de Pediatría y Medicina de Familia |
El significado de la autoestima es la forma en la cual un individuo se percibe a sí mismo; en otras palabras, los propios pensamientos y sentimientos que tiene sobre él o ella y su capacidad para lograr las cosas que son importantes para sí mismo.
El autoestima se moldea no sólo con las propias perspectivas y expectativas del niño, pero también con las opiniones y las expectativas de la gente importante en su vida: qué piensan de él o ella y cómo la tratan sus padres, profesores y amigos. Entre más cerca sea la forma como se percibe a sí misma (cómo ella se ve) a su ideal de ella misma (cómo ella quisiera ser), más alta será su autoestima.
Para una buena autoestima, los niños necesitan fomentar o adquirir todas o algunas de las siguientes características:
Sentido de seguridad
Su niño debe sentirse seguro de sí mismo y de su futuro. (¿Qué va a ser de mí?)
Sentido de pertenencia
Su joven necesita sentirse aceptado y querido por otros, comenzando por su familia y después extenderse a otros grupos tales como los amigos, los compañeros de clase, los compañeros de equipos deportivos, de una iglesia o un templo e incluso de la vecindad o comunidad.
Sin esta aceptación o identidad de grupo, él o ella puede sentirse rechazado, solo y a la deriva sin un hogar, una familia o un grupo.
Sentido de tener un propósito en la vida
Su niño debe tener metas que le den sentido, propósito y dirección a su vida y una vía para canalizar su energía, para alcanzar logros y para expresarse. Si carece de un sentido y propósito para su vida, puede sentirse aburrido, sin metas e incluso resentido por ser presionado por usted o por otras personas en ciertas direcciones.
Sentido de tener habilidad personal y orgullo
Su niño debe sentirse seguro de su capacidad para resolver los desafíos en su vida. Este sentido de fortaleza personal emana de haber tenido experiencias positivas y haber resuelto problemas por sí solo, de ser creativos y obtener resultados positivos por sus esfuerzos.
Fijar expectativas apropiadas sin ser demasiado bajas o demasiado altas, es crítico para desarrollar capacidad y confianza en sí mismo. Si usted sobreprotege a su hijo y él depende demasiado de usted, o si sus expectativas son tan altas que nunca tiene éxito, él o ella puede sentirse impotente e incapaz de controlar las circunstancias en su vida.
Sentido de poder confiar
Su niño necesita sentir que puede confiar en usted y en sí mismo. Para logar este objetivo, usted debe mantener sus promesas, brindarle apoyo y solidaridad y dar a su niño oportunidades para demostrar que es digno de confianza. Esto significa creer en su niño, y tratarlo como persona honesta.
Sentido de tener responsabilidad
De a su niño la oportunidad de demostrar lo que él o ella son capaces de hacer. Permítale asumir responsabilidades o trabajos sin ser supervisado todo el tiempo. Esto demuestra que usted le tiene confianza, una especie de ensayo para “dejarlo solo” ; tenga fe.
Sentido de poder contribuir
Su niño desarrollará un sentido de importancia y responsabilidad si usted le brinda oportunidades de participar y de contribuir de una manera significativa en una actividad. Hágale saber que ella realmente cuenta.
Sentido de poder seleccionar y tomar decisiones reales
Su niño se sentirá autorizado y en control de los acontecimientos cuando puede tomar o influenciar decisiones que considera importantes. Estas opciones y decisiones necesitan ser apropiadas para su edad y sus capacidades y para los valores de la familia.
Sentido de contar con autodisciplina y autocontrol
A medida que su niño se esfuerza por alcanzar y ganar más independencia, él o ella necesita y desea sentirse que pueda hacer las cosas por sí mismo.
Una vez que usted fije las expectativas, las pautas, y las oportunidades en las cuales él o ella se pueda poner a prueba, el niño puede reflexionar, razonar, solucionar problemas y considerar las consecuencias de las acciones que puede elegir. Este tipo de consciencia de sí mismo es crítico para su crecimiento futuro.
Sentido de ser motivado, apoyado y reconocido
No sólo tiene su niño la necesidad niño de lograr metas, pero también necesita recibir comentarios y reconocimiento. Un mensaje significativo de que hace las cosas bien, de que son del agrado de otras personas y de que “lo está logrando”. Anime y elogie a su hijo, no sólo por lograr una meta fijada, pero también por sus esfuerzos e incluso por los pequeños progresos o cambios para mejorar. Por ejemplo, “Me gustó la manera como esperaste tu turno”, “Fue un buen intento”; “Veo que te estás esforzando más”, “¡Eres una niña buena!.
Bríndele sus comentarios lo más pronto posible para fortalecer su autoestima y para ayudarle a conectar sus comentarios con la actividad realizada.
Sentido de que hay que aceptar los errores y el fracaso
Su niño no debe sentirse mal, ni derrotado, cuando comete errores o cuando fracasa. Explíquele que estos obstáculos o reveses son parte normal de la vida y del aprendizaje y que ella puede aprender o beneficiarse de esto. Deje que su apoyo, comentarios constructivos y reconocimiento a sus esfuerzos supere cualquier percepción de fracaso, culpabilidad o de vergüenza que él o ella pueda sentir, brindándole renovada motivación y esperanza. De nuevo, haga comentarios específicos (“Si lanzas la bola así, te puedo ayudar) no negativos o que lo hagan sentir personalmente aludido (“Eres tan torpe”, “Nunca lo lograrás”).
Sentido de autoestima familiar
La autoestima de su niño inicialmente se forma dentro de la familia y por consiguiente está sumamente influenciada por los sentimientos y las percepciones que cada familia tiene de sí misma.
Algunos de los comentarios anteriores se aplican a la familia para fomentar su autoestima. Además, tenga presente que el orgullo familiar es esencial para la autoestima y se puede nutrir y mantener de muchas maneras, incluyendo con la participación o la vinculación a actividades de la comunidad, continuando la herencia familiar y de los antepasados, o cuidando de otros parientes o miembros de la familia.
A las familias les va mejor cuando los miembros se enfocan en las virtudes o puntos fuertes de cada uno, evitan la crítica excesiva y se defienden o protegen entre sí fuera del entorno familiar. Los miembros de la familia creen y confían en cada uno, respetan sus diferencias individuales y se demuestran cariño los unos a los otros. Sacan tiempo para pasar juntos, ya sea durante los festivos, ocasiones especiales o simplemente para divertirse.
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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Marta Ivelisse VélezRedactora de Pediatría y Medicina de Familia |