Los bebés y niños crecen a gran velocidad. Lo dice la ropa que dejan atrás, los zapatos que ya no les entran, los juegos que dejaron de parecerles divertidos. Pero sobre todo, lo que más impacta a padres y abuelos es el descubrimiento de las cosas que van siendo más importantes para los niños y de las habilidades que adquieren para conquistar sus metas.
Si estás leyendo esto, seguro te preguntes si tu hijo está creciendo bien para su edad o lo compares con otros pequeños. No te afanes, cada niño tiene su ritmo y si hace más o menos cosas que los demás, no necesariamente quiere decir que esté fallando en algo.
En realidad, hay un ‘estándar’ de habilidades que son las que todos los niños alcanzan en el mismo tiempo. Es decir, de acuerdo a los grupos por edad, los bebés o niños asimilan todos sus nuevos conocimientos y aprenden, se asombran y siguen con su curiosidad intacta.
¿Estás preparado para saber todo lo que puede hacer tu hijo? ¡Seguro te sorprenderás con lo que leerás en este artículo!
Los aprendizajes según la edad
Bebé:
Un bebé, estrictamente hablando, se considera así hasta que cumple su primer año. Es una etapa de muchos estímulos en las que desarrollan las habilidades básicas que se irán perfeccionando en el futuro. ¿O no te sorprendiste cuando tu bebé sonrío por primera vez y meses más tarde ya balbuceaba e incluso te llamaba? Cerca del año, los bebés ya comprenden cuando ‘no’ es ‘no’, identifican a sus parientes más cercanos, pueden gatear y sentarse solos. Eso quiere decir que su cerebro está trabajando arduamente para adaptarse al mundo exterior que le espera.
1 año:
El primer año es uno de los más gratificantes para los niños y los adultos que lo ven crecer. Usualmente a esa edad el niño da sus primeros pasos, comienza a mostrar sus intereses, siente curiosidad por los objetos de su entorno y empieza a seguir instrucciones simples. Además, sus manifestaciones de afecto se vuelven más constantes.
2 años:
Dicen que los dos años es una edad complicada. Aquí es cuando el niño comienza a desafiar a sus padres, se muestra rebelde y pataletudo. Su interés se extiende más allá del no, por eso intentará hacer las cosas que no le están permitidas. Además, es una edad en la que el niño comparte más tiempo con otros de su edad, hace sus primeros amigos y los integra a sus juegos, intereses e historias. La imaginación aflora en este tiempo y muchos de sus juegos saldrán de sus pensamientos.
3 años:
En esta edad, los niños se encuentran en la etapa perfecta, según los especialistas, para aprender un nuevo idioma. A los tres años, aprenden a concentrarse, deciden utilizar su tiempo en las cosas que les gustan más. Para estimular las habilidades de concentración, la paciencia y la tolerancia a la frustración se recomiendan los rompecabezas, los bloques para construcción y la lectura de cuentos.
4 – 6 años:
Entre los 4 y 6 años los niños ya pasan menos tiempo en casa. Y en parte, este el factor que más ayuda en su desarrollo. Aquí los niños aprenden a confiar en sí mismos, a mostrarse más independientes con acciones cotidanas. Por ejemplo, se bañan solos (o necesitan mínima ayuda), se cepillan los dientes y eligen su ropa, sus zapatos y se visten solos.
Les preocupará mucho hablar bien, les interesará aprender a leer y buscarán comprender sus emociones. Por eso, enseñarles a controlar los cambios de humor y explicarles la importancia de sus emociones y sentimientos es crucial en esta etapa.
7 – 10 años:
En esta etapa los niños entienden, casi a la perfección, que son seres humanos independientes. En estas edades ya pueden colaborar en los quehaceres de la casa, le dan mucha importancia a sus amigos y a sus actividades favoritas. También son capaces de mostrarse como seres empáticos, buscarán la forma de ayudar a quienes se sientan tristes o en problemas y tendrán la capacidad de resolver conflictos.
Desde los 10 años, por lo general, se considera que se deja atrás la infancia para dar paso a la pre-adolescencia. Y todo lo que deben saber para afrontarla, ya lo habrán aprendido perfectamente.
