Esto debes saber sobre el esguince de tobillo

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Redacción Pediatría y Familia

El esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuentes en niños y jóvenes. El daño se produce cuando los ligamentos de esta articulación se estiran tanto que producen un desgarro muscular. Generalmente, el esguince es la consecuencia de una caída, un tropezón o un mal movimiento que provoque la torcedura del pie.

Los niños hacen parte de la población que tiene mayor probabilidad de lesionarse. Esto se debe a que los pequeños están en constante movimiento, bien sea afianzando sus primeros pasos o corriendo en búsqueda de nuevos descubrimientos. De hecho, los infantes deben realizar todo tipo de acciones para que fortalezcan sus músculos y huesos, incluyendo saltar, trepar, correr y caminar.

La intensidad de la actividad física depende de cada niño y sus padres. Para algunos niños, la diversión se encuentra jugando afuera, utilizando todos los juegos del parque mientras que otros prefieren pasar su tiempo libre en actividades que no requieran tanto esfuerzo físico.

¿Cómo puede ocurrir un esguince de tobillo en un niño?

A diferencia de los adultos, el espectro de causas de un esguince es más amplio en los niños. Usualmente, el primer factor asociado son las caídas que se producen por ir corriendo a gran velocidad, caminando con los cordones desamarrados o cuando reciben un golpe fuerte en el tobillo.

Pero los adultos también deben considerar que un pisotón fuerte al niño, tropezar con el pequeño o el uso de zapatos que sean mayores o menores a su talla. En cualquier caso, la lesión debe tratarse desde el primer momento para evitar una mala curación del esguince y problemas futuros en esta articulación que tenga repercusiones en la movilidad del niño.

¿Cuáles son los signos del esguince de tobillo?

De acuerdo con información suministrada por especialistas, un padre o cuidador puede identificar si el niño está afectado con un esguince de tobillo si presenta los siguientes síntomas:

Dolor e hinchazón: El pie con el tobillo lesionado se pondrá más rojo, inflamado e incluso se sentirá caliente al tacto. El niño sufrirá de un dolor intenso que depende de la gravedad de la lesión, así que evitará caminar o moverse. En los casos en los que el esguince es severo, no se podrán hacer ni siquiera movimientos mínimos con la articulación afectada.

Hematomas: Si en el momento del esguince se afectaron vasos sanguíneos, su rotura causará moretones en la piel del área afectada. Como en un moretón o hematoma común, el color y el dolor sobre la zona en la que aparezca irá mermando con el paso de los días.

Un aspecto muy importante a tener en cuenta es que los esguinces de tobillo no son iguales. Solamente un pediatra o un médico primario puede dar el diagnóstico definitivo para tratar la lesión de la forma más eficaz posible y prevenir su reaparición. Por lo general, el esguince se cura en el lapso de 2 – 3 semanas y requiere de fisioterapia para fortalecer de nuevo la articulación.

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