Los dolores osteomusculares son un motivo de consulta pediátrica frecuente. En algunos casos, las molestias pueden estar relacionadas con los dolores de crecimiento que afectan aproximadamente al 10% de la población infantil.
Antes de dar un diagnóstico, debe primero descartarse la asociación a signos inflamatorios, de esta manera poder evaluar posibilidades como la artritis, sin embargo, es importante tener en cuenta factores como el carácter del dolor, síntomas adicionales e identificar en dónde se sitúa el dolor (tendones, músculos, tejidos blandos, etc.)
Causas más frecuentes de los dolores óseos en niños
- Osteocondrosis: Son enfermedades ortopédicas que se producen en niños entre los 4 y 13 años de edad que crecen con rapidez. Esta anomalía provoca que los extremos de los huesos se alarguen y aumenten considerablemente. Con el paso del tiempo, la osteocondrosis puede ocasionar la deformación del núcleo del hueso.
- Fibromialgia: Este trastorno se caracteriza por el dolor muculoesqulético generalizado que comúnmente se manifiesta con rigidez física, fatiga, problemas de sueño, problemas de memoria y bajo estado de ánimo, ansiedad y depresión. Se suele presentar en menores entre los 9 y 15 años de edad.
- Síndrome de Dolor Regional Complejo: Se trata de una condición dolorosa que suele estar acompañada de una sensación de ardor intenso, rigidez e inflamación. Las zonas afectadas son manos, brazos, piernas y pies.
Artritis infecciosa aguda
Es una infección articular que se puede clasificarse como séptica o reactiva:
- Séptica: Se produce cuando un agente infeccioso viable está o ha estado presente en el espacio sinovial.
- Reactiva: Es la respuesta a un agente infeccioso que está o ha estado fuera de las articulaciones, usualmente en la vía aérea superior, tracto digestivo o genitourinario.
Normalmente puede desarrollarse en horas o días. Los síntomas incluyen dolor de aparición súbita, derrame, y restricción del rango de movimiento activo y pasivo, por lo general en una sola articulación.
Artritis reumatoide
Es una forma de artritis que se presenta en jóvenes de hasta16 años de edad. Se caracteriza por producir inflamación y rigidez en las articulaciones por un periodo de 6 semanas, o más.
Se clasifica en tres tipos, dependiendo de la cantidad, el tipo de las articulaciones afectadas, síntomas y duración de los mismos:
- Pauciarticular: Afecta máximo cuatro articulaciones, como rodillas, tobillos o codos.
- Poliarticular: Afecta a más de cinco articulaciones, más pequeñas, como las de las manos o los pies. Tiende a presentarse más en niñas que en niños.
- Sistémica: Además de afectar las articulaciones, también puede producir inflamación de los órganos internos como el corazón, hígado, bazo y ganglios linfáticos.
Síndromes asociados al sobreuso
Los problemas de sobreuso articular asociados a las actividades deportivas usualmente se explican por exceso en el ejercicio, insuficiente preparación y entrenamiento, y por el uso de equipo inadecuado. El dolor en extremidades superiores asociado al uso de instrumentos musicales (cello, clarinete y flauta) es muy común cuando la práctica es frecuente y disciplinada. Debido al sobreuso se puede desarrollar dolor crónico que persiste a pesar de que se ha suspendido la práctica que lo induce y que se exacerba cuando se ejecuta la actividad desencadenante.
Fuentes: SciElo, stanfordchildrens.org