Por: Redacción Pediatría y Familia
Aunque la época decembrina es ideal para compartir en familia, los médicos ya están preparados para una nueva temporada de infecciones respiratorias. Según la información de los especialistas, estos picos de enfermedades que afectan el sistema respiratorio en los pequeños se debe principalmente a dos factores: cambios climáticos (el paso a una estación fría) y a la falta de vacunación.
La Academia Americana de Pediatría reitera que la influenza es responsable de miles de muertes anuales en Estados Unidos. Desafortunadamente, dentro de las estadísticas se cuentan también a niños que estaban sanos antes de contraer o desarrollar la enfermedad. Por ese motivo, presentamos en este artículo la información que necesitas saber para vacunar a tu hijo y evitar un fatal desenlace. Recuerda que vale más prevenir que lamentar.
¡Infórmate y actúa a tiempo!
Según información publicada en el sitio web de la AAP, para la temporada 2018 – 2019 de influenza, los centros médicos tienen a disposición de padres y cuidadores dos tipos de vacuna: la conocida “vacuna inyectada contra la influenza” y una segunda opción que viene en forma de aerosol nasal, en la que no es necesario pinchar al niño. Sin embargo, los pediatras recomiendan el uso de la vacuna tradicional por sus excelentes resultados.
La vacuna en aerosol se conoce con el nombre de “vacuna viva atenuada contra la influenza (LAIV – atomizador intranasal)” y funciona de la siguiente manera: se aplica el atomizador en las fosas nasales. De esta manera, disminuye el nivel de reproducción de los virus que provocan esta enfermedad, permitiendo que el sistema inmune del cuerpo detecte la presencia del virus y desarrolle los anticuerpos necesarios para combatir los agentes que producen la influenza.
¿Por qué se duda de la vacuna en aerosol?
La vacuna en aerosol contra la influenza salió al mercado por primera vez hace 10 años. Pese a que durante su primera temporada fue un éxito como método de prevención, los CDC y la AAP notaron que su efectividad disminuyó considerablemente, al punto de resultar ineficaz durante tres temporadas seguidas. Por este motivo, todavía no se tiene certeza de su efectividad, aunque los desarrolladores han trabajado para corregir los fallos de las versiones anteriores del medicamento.
Sin embargo, los pediatras no descartan su uso. Recomiendan que la vacuna en aerosol se aplique en niños que no hayan padecido de influenza en años anteriores o para aquellos niños que presenten dificultades con la vacunación tradicional.