La obstrucción intestinal puede ser un tema delicado a tratar, debido a que puede ser un síntoma relacionado con otras enfermedades, por eso es importante estar muy atentos si nuestros pequeños se quejan de dolor de estómago o si ya no van al baño a defecar, en esos casos es crucial llevarlo con su pediatra.
Aunque es una patología poco común, se puede presentar a cualquier edad, desde los primeros días hasta niños ya más grandes. Ten en cuenta que la obstrucción intestinal consiste en el cese total de materia y gas, el cual puede ir precedido o seguido de vómitos, provocado por un bloqueo que impide que los alimentos o los líquidos puedan pasar con normalidad por el intestino delgado o el intestino grueso.
Es fundamental que puedas estar atento a los síntomas que puede tener tu hijo, entre estos se encuentran: distensión del abdomen, hinchazón y dolor abdominal, además de presentar náuseas, vómitos de repetición y ausencia de deposiciones; en ocasiones, puede ocurrir de manera repentina, por lo cual, es indispensable llevar a tu hijo o hija a una consulta de urgencias pediátricas.
Sin embargo, recuerda que la obstrucción intestinal en sí, es un síntoma, pudiendo ser causada por un obstáculo mecánico, como un tapón de meconio, en otros casos, esta enfermedad puede ser funcional y estar ligada a un defecto en el peristaltismo, que es el movimiento natural de contracción de los intestinos.
Su principal tratamiento suele ser una cirugía, sin embargo, depende principalmente de la causa, en algunos casos será necesario operar a tu pequeño o pequeña para soltar un músculo, mientras que, en casos más graves se usará una sonda rectal, y tratamiento quirúrgico.