Redacción Pediatría y Familia
Dentro de los momentos más emotivos del crecimiento del niño, sin duda está su primer día en la guardería. En ese instante, los padres abren por primera vez las alas de su hijo para que descubra el mundo por sí solo. Como todo es un proceso físico y emocional, para algunos niños esta experiencia puede ser maravillosa y para otros, no tanto.
De acuerdo con psicólogos infantiles, cuando los pequeños se muestran reacios a asistir a la guardería o a la escuela, sobretodo en los primeros días, se trata de una cuestión de edad. Entre los 2 y 4 años, los niños descubren el poder de la palabra ‘no’ y muchos, inconscientemente, utilizan este nuevo aprendizaje para hacer solo lo que ellos desean.
Por eso, cuando el capricho sobre la guardería se trata de ir o no ir, varios pequeños intentan a través de gritos y llanto, no entrar al lugar. Esta situación que incomoda y avergüenza a los padres tiene varias soluciones. Como cada caso es diferente, los expertos presentan varias soluciones. En el día de hoy presentamos las más comunes y efectivas.
1. Sé paciente: cuando un niño está muy apegado a su hogar y a sus padres, le cuesta cambiar de entorno de forma tan drástica. Antes de inscribirlo en la guardería, aprovecha el tiempo para hablar con el pequeño sobre los cambios y motivarlo a asistir. En caso de que no funcione, no desesperes. El niño hará unas cuántas pataletas pero después se hará la idea y aceptará su rutina.
2. Recompensa el tiempo: para que el pequeño no sienta que va a pasar menos horas con sus padres, lo ideal es pasar momentos con él en la tarde o antes de dormir, realizando diferentes actividades de esparcimiento.
3. Establece horarios: hacer que el pequeño tenga definido el horario para ir a la cama facilitará que se despierte al día siguiente sin mayor problema. El buen descanso favorece el despertar con buena actitud y además permite que el niño tenga el tiempo suficiente para alistarse.
4. Sé creativo: al momento de ir a la guardería puedes motivarlo a través de juegos. Cuando los recojas o compartas con el tiempo muéstrate interesado en saber cuáles fueron sus logros y prémialo.
Es importante que padres y cuidadores tengan presenten que este es un procesos que requiere de tiempo y su acompañamiento es vital. Siempre hay que mostrarse positivo. En caso de que pase más de un mes en el que niño no logre adaptarse será necesario que se revisen qué situaciones desagradables para el niño se estén presentando en la guardería, para poder darles solución.