Los niños, al igual que los adultos, pueden padecer de condiciones reumatológicas. Entre las más comunes se encuentran la artritis idiopática juvenil, el lupus eritematoso sistémico, las miopatías inflamatorias y las vasculitis.
El tratamiento se enfoca en el control del dolor y de los síntomas inflamatorios, con el propósito de prevenir el daño a las articulaciones, maximizar la función física del niño, lograr un estilo de vida normal y disminuir las complicaciones asociadas a la enfermedad.
“Las opciones de tratamiento incluyen educación, capacitación y auto-ayuda, intervenciones físicas y no farmacológicas, medicamentos, cirugía y dieta“.
La prednisona es un medicamento prescrito comúnmente a los pacientes con condiciones reumatológicas. Se destaca principalmente por su efecto antiinflamatorio, antialérgico y supresor de las reacciones inmunológicas del organismo. Sin embargo, este podría causar retención de agua y sodio, alta presión, hiperglucemia, pérdida de potasio, retraso del crecimiento y el aumento del apetito y del peso.
A mayor dosis y prolongación de tratamiento, mayores serán los cambios. Por ende, es importante cuidar la alimentación y monitorear constantemente el crecimiento de los niños que están en tratamiento con prednisona:
- La retención de líquidos se puede controlar con la ingesta de una dieta baja en sodio. Se recomienda consumir no más de 2,000 mg de sodio al día.
- Aumente el consumo de alimentos ricos en potasio, como, por ejemplo: melocotón, guineo, melón Cantaloupe o Honeydew, dátiles, leche, yogurt, espinaca cocida, entre otros. La recomendación diaria de potasio es:
- En niños de 1 a 3 años: 3 g
- En niños de 4 a 8 años: 3.8 g
- En niños de 9 a 13 años: 4.5 g
- En adolescentes de 14 a 18 años: 4.7 g
- El aumento en el apetito puede resultar en una dieta alta en calorías. Por ende, se debe controlar la ingesta diaria. Algunos consejos son:
- Realizar comidas pequeñas y frecuentes, de alto valor nutricional.
- Consumir más frutas y vegetales frescos.
- Aumentar la ingesta de cereales de grano entero.
- Reducir el consumo de grasas saturadas.
- Consuma alimentos ricos en calcio, como el jugo de china fortificado, quesos, leche o yogurt, entre otros. La recomendación diaria de calcio es:
- En niños de 1 a 3 años: 500 mg
- En niños de 4 a 8 años: 800 mg
- En niños entre 9 a 13 años: 1,300 mg
- En adolecentes entre 14 a 18 años: 1,300 mg.
- Fomente una hora de actividad física diariamente.
Todas estas condiciones requieren un tratamiento individualizado. Visite una nutricionista-dietista licenciada para una evaluación nutricional y un plan alimentación que se ajuste a sus necesidades.
Por: Marla S. Delgado Adorno y Alexandra G. Pérez Rodríguez
Revisado por: Lcda. Liza Díaz, LND