En la actualidad, los pediatras y otros especialistas en salud infantil afirman que gran parte de los problemas de salud provienen del estilo de vida del individuo y sus familias. Un hecho que puede prevenirse modificando las conductas que tenemos en casa, ya que son el primer ejemplo que reciben nuestros pequeños. Pero, más allá de la prevención, los médicos también aseguran que es el método más eficaz para garantizar una buena salud en todas las etapas de su crecimiento.
Incluso, investigadores de la Universidad de Harvard han llevado a cabo varios estudios que demuestran la importancia de adquirir hábitos saludables durante la infancia. Uno de los más recientes, concluyó que el niño solamente necesita aprender y aplicar tres hábitos para cuidar su salud desde temprana edad, puesto que de esta manera se reducen los casos de obesidad en la adultez.
Hábitos aprendidos en la infancia prevalecen hasta la adultez
¿Quieres saber cuáles son los cinco hábitos que mejorarán la salud de tu pequeño? Entonces continúa leyendo este artículo:
1. Mantener una alimentación equilibrada
Aunque sabemos que hay niños quisquillosos o caprichosos a la hora de comer, debemos enseñarle que las frutas y vegetales también son alimentos muy sabrosos y nutritivos que nuestro organismo necesita. Para que el niño acepte mejor este tipo de alimentos, podemos motivarlo y nunca obligarlo a probarlos. De esta manera, el interés del pequeño facilitará la aceptación de frutas, verduras, cereales y proteínas.
2. Beber mucha agua para hidratar el organismo
Cuando se habla que el agua es el líquido vital, no nos están mintiendo. Todo el cuerpo humano necesita mantenerse hidratado para que pueda cumplir sus funciones básicas. Además, beber agua o jugos naturales también permiten que las toxinas del cuerpo se eliminen. Así, se evita que se produzcan enfermedades o síntomas asociados a la acumulación de desechos en el organismo como la apendicitis.
3. Realizar actividad física constante
Si bien para los niños este punto no es un problema, es importante que ellos se hagan conscientes de hacer ejercicio. De forma regular, la actividad física previene y evita el sobrepeso, mantiene en buen estado el funcionamiento del corazón, regula la producción de hormonas asociadas al crecimiento y además, influye de manera positiva en nuestro estado de ánimo. Sin embargo, lo más llamativo de este punto es que es un hábito que se puede practicar en familia, bien sea realizando actividades al aire libre o apuntándose a una actividad en común.