Es una pregunta frecuente entre los adultos ya que pocas veces logramos seguirles el ritmo en las horas de juego. Pero el problema no es tanto que se cansen menos durante las actividades que exijan determinada resistencia física, sino que puedan realizar una pausa para hidratarse adecuadamente y descansar un poco.
Para muchos padres puede ser un tanto estresante tanta energía contenida en los niños, pero debemos ser conscientes de que son así por naturaleza. Podemos poner en práctica distintas estrategias y actividades que pueden ayudar a que el niño canalice toda la energía de la forma correcta sin que esto signifique un esfuerzo sobrehumano para los adultos.
Es común que a los niños que contienen demasiada energía dentro de sí les cueste mantener la atención en una actividad específica y terminan por dejarla a medias. Es preciso enseñarles a finalizar lo que inician, y supervisar que se haga de esa manera. Encuentra juegos o dinámicas que puedan mantenerlo ocupado cuando no pueda realizar actividad fisica, como rompecabezas o juegos de mesa.
Propicia un ambiente hogareño tranquilo. Los colores claros son una buena estrategia psicológica para mantener la calma y brindar tranquilidad.
¿Cómo calmar toda la energía?
Expertos recomiendan escuchar música, pues es considerada como una actividad relajante. En niños, 20 minutos diarios será suficiente para terminar con su inquetud una vez lleguen a casa de la escuela o en horas de la noche. Puedes convertrlo en un hábito que lo acompañe, no solo en la infancia, sino también en etapas posteriores.
Por otra parte, los masajes y los baños con agua tibia también son estrategias excelentes para relajar los músculos de los niños. De esta manera, facilitas la conciliación del sueño y mejoras su calidad.
La lectura también debe ser uno de los hábitos más importantes que debemos fomentar en ellos desde la infancia, ya que promueve el desarrollo mental y la imaginación.
No es un motivo de preocupación, y tampoco hay que cortarles las alas a la hora de jugar. Se trata de niños aprendiendo a ser niños y disfrutando de esa maravillosa etapa. Tristemente, son habilidades que se van perdiendo con el paso de los años de manera que limitarles el comportamiento activo puede ser perjudicial.