La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ahora un tratamiento más breve para los niños con tuberculosis leve, así como dos tratamientos orales contra la tuberculosis (bedaquilina y delamanid) para su uso en niños de todas las edades.
La guía actualizada para el tratamiento de la tuberculosis en niños y adolescentes se anunció el 21 de marzo antes del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebró el 24 de marzo.
El organismo también pidió un aumento de la inversión en los programas mundiales de tuberculosis, y señaló que en 2020 las muertes por tuberculosis aumentaron por primera vez en más de una década. “No podemos decaer en nuestro compromiso de atender y salvar a cada hombre, mujer, niño, familia y comunidad afectados por esta enfermedad mortal”, declaró la Dra. Tereza Kasaeva, Ph. D., directora del Programa Mundial de Tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud, durante una conferencia de prensa.[2]
La tuberculosis es la decimotercera causa de muerte y la segunda causa infecciosa de muerte después de la COVID-19: cada día mueren de tuberculosis más de 4.100 personas. La Organización Mundial de la Salud calcula que cada año 1,1 millones de niños enferman de tuberculosis.
Llamamiento a la inversión
El aumento de las muertes por tuberculosis, de 1,4 millones en 2019 a 1,5 millones en 2020, se aunó a una disminución de la financiación. De 2019 a 2020, el gasto mundial en servicios de diagnóstico, tratamiento y prevención de la tuberculosis se redujo de 5.800 a 5.300 millones de dólares. Esto es menos de la mitad de la cantidad de financiación establecida como objetivo de 13.000 millones de dólares para 2022, informó la Dra. Kasaeva.
Los esfuerzos para ampliar el acceso a la atención de la tuberculosis se han quedado cortos principalmente por esta falta de financiación, en especial para los niños. En 2020, alrededor de 63% de los niños menores de 15 años con tuberculosis no recibían o no se informó que tenían acceso a servicios de diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis, lo que aumentó a 72% en los menores de cinco años. Casi dos tercios de los niños menores de cinco años tampoco recibieron tratamiento preventivo contra la tuberculosis en 2022, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud.
Las ramificaciones socioeconómicas de la pandemia de COVID-19, así como los conflictos actuales en Europa del Este, África y Oriente Medio han “agravado aún más la situación”, comentó la Dra. Kasaeva. “Esto transmite la necesidad urgente de aumentar drásticamente las inversiones para intensificar la lucha contra la tuberculosis y cumplir los compromisos para acabar con la tuberculosis asumidos por los líderes mundiales”.
La Dra. Kasaeva expuso los puntos principales de la Organización Mundial de la Salud para la inversión mundial en la atención a la tuberculosis:
- Aumentar la financiación nacional e internacional para llenar los vacíos en la investigación de la tuberculosis y la aplicación de los programas. Para los países con economías más pequeñas, será necesario aumentar la inversión internacional a corto o mediano plazo para ayudar a recuperar el progreso.
- Duplicar la financiación de la investigación sobre la tuberculosis, incluidas las vacunas.
- Invertir en el mantenimiento de los programas y servicios de atención a la tuberculosis durante la pandemia de COVID-19 y las crisis actuales para que la atención no se vea interrumpida.