Mascarilla podría generar problemas de voz y audición en niños

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La mascarilla se ha convertido en un accesorio más de la vestimenta de todos incluidos los más pequeños, y gracias a ellas, especialistas pediátricos también han notado una disminución en enfermedades bacterianas o víricas, pues sirven como barrera de protección y evita la fácil transmisión.

Es notoria la disminución de visitas por casos como otitis, faringitis, amigdalitis o sinusitis y por supuesto, son claves para prevenir el coronavirus.

Sin embargo, su uso no deja solo ventajas. Pues se han evidenciados problemas derivados de la necesidad de forzar la voz y algunos problemas de audición que se relacionan con el frecuente uso de las mascarillas.

Problemas en la voz

Pueden aparecer un tipo de yagas o callos en las cuerdas vocales, es una lesión común en niños entre los 4 y 10 años que suele aparecer cuando se fuerza mucho la voz.

Cuando se realiza un poco de fuerza para hablar, jugar o interactuar, las cuerdas vocales ejercen una tensión y se rozan unas con otras y la garganta tiende a esta más reseca, por lo que también están deshidratadas y generan la aparición de nódulos cuando entran en contacto unas con otras.

Para percatarte de que tu pequeño está presentando esta condición, lo más común es que notes algo de disfonía, que, aunque suele evolucionar sola hacia la curación, debe prestarse atención y en caso de no mejorar con el paso de los días, consultar con un especialista, quien mediante una laringoscopia o fibrolaringoscopia podrá evaluar la condición y ver su gravedad, ya que existen casos en los que el niño puede quedar disfónico.

Explícale a tu pequeño la necesidad de no gritar o levantar la voz, para que su condición mejore pronto y no olvides mantenerlo constantemente hidratado.

Problemas auditivos

El uso de la mascarilla y la falta de acceso a los controles médicos por miedo al contagio del virus, también ha generado una alerta en el retraso de diagnósticos como el de la otitis media serosa, que es la causa más frecuente de pérdida auditiva en el niño, como consecuencia de una acumulación de moco o líquido seroso en el oído medio, con integridad del tímpano, pérdida de audición y ausencia de dolor.

Este estado, aunque puede llegar a ser extremo, es indoloro, por lo que muchas veces no es detectable a tiempo y teniendo en cuenta la falta de acceso a los sistemas de salud, preocupa mucho que pase inadvertido.

Por ello, teniendo en cuenta los cuidados pertinentes, se recomienda realizar una audiometría infantil, que evite la aparición de secuelas, tan pronto como sea posible y de forma periódica.

Con información Guía Infantil

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