¿Qué tal si nos damos un respiro? Jugar no es siempre ruido, movimiento y alboroto. También puede ser observación, ternura, mimos y relax.
Qué necesita en cada momento
A veces el mismo cansancio de los niños, el momento del día o la propia actividad nos sugiere un juego más tranquilo y relajado.
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Pero también puede ser que la misma excitación nos aconseje cambiar de tercio y proponer otras actividades que nos serenen a todos.
A veces el mismo cansancio de los niños o la propia actividad nos sugiere un juego más tranquilo
Debes tener siempre a mano aquellos objetos que te posibiliten organizar fácilmente un rincón chill out: pelotas blanditas, pañuelos de seda o de textura dulce, música relajante y unos cuantos cojines grandes donde recostarse con ellos.
Juegos para relajarlos
Te proponemos varios juegos calmados y relajantes para esos momentos en que el niño requiere bajar el ritmo.
Luces y sombras
Con una simple linterna y la habitación a oscuras podemos jugar a proyectar formas con las manos.
¿Sabes hacer el perro? ¿Y la jirafa? Asombrados, a los niños les encantará imitaros. Los más atrevidos puedes organizar un verdadero teatro de sombras chinas.
Con la habitación a oscuras y una linterna podemos jugar a proyectar formas con las manos
Otra ventaja es que los juegos con la luz y las sombras promueven en los niños la curiosidad hacia los temas y procedimientos científicos: observar, cuestionar, experimentar, comprobar, predecir, opinar, lanzar hipótesis, confirmarlas, rechazarlas, llegar a conclusiones…
Para ellos es muy estimulante ver que la luz se mueve en línea recta, que hay objetos que la dejan pasar y otros que no, que está compuesta de colores… ¿Y la oscuridad?
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Jugar con ella, con las sombras que proyecta y con el miedo que nos provoca, es otra gran fuente de aprendizajes. Para muchos niños, entrar en una habitación oscura cargados con una linterna como única arma es todo un reto, que superado desde la diversión será de gran ayuda para su autoestima.
Los juegos de luz y sombras son muy versátiles y los podéis poner en práctica en cualquier lugar.
Canciones con mimos
Las canciones de cuna tradicionales o, simplemente, una canción dulce acompañada de gestos cariñosos y caricias les relajará. Tocarles la carita suavemente mientras les cantas nunca falla.
Una canción dulce acompañada de gestos cariñosos y caricias les relajará
También podemos usar una pluma o un pañuelo de seda para hacerles un masaje mientras escuchamos música relajante o les cantamos de forma suave.
Dibujar en la piel
Hacer formas con el dedo en cualquier parte del cuerpo: en la mano, en la barriga, en la espalda es un juego relajante, además de divertido.
Simplemente por el gusto de ser acariciado o con el objetivo de adivinar qué estoy dibujando. Parece fácil, pero no lo es.
Juegos: El rey del silencio
El rey, callando, señala a uno de sus súbditos, que debe acercarse sin hacer ningún ruido. Si lo consigue, se sienta a su lado; si no, vuelve a su sitio.
Si les resulta demasiado fácil, puedes colocar en el camino objetos que dificulten el paso. ¡Siempre en silencio!
Mirar las nubes
Panza arriba en un prado, en una terraza o balcón o un jardín, ¿Ya probaste mirar las nubes y explicar qué te recuerdan sus formas? ¿Un helado? ¿Un monstruo? ¿Un cerdito?
Mirar las nubes y explicar qué os recuerdan sus formas es una actividad relajante
Además de relajante, es una actividad muy creativa que estimula su imaginación.
Sonidos de la naturaleza
Nunca un silencio fue tan “ruidoso”. Como expertos exploradores escucharemos los pájaros, el viento, las hojas que pisamos, el crujir de las ramas, una mosca.
Parece mentira todo lo que podemos oír cuando nos ponemos a escuchar en silencio.
¿Y antes de dormir?
A los niños les encantará que los acompañes el momento de ir a dormir con una nana o una canción mimada. Eso puede formar parte de una rutina que les permitirá relajarse para descansar.
Acompañar el momento de ir a dormir con una nana les ayudará a relajarse para descansar
Meterse en la cama con una linterna puede ayudar a algunos niños a sentirse seguros y tranquilos antes de cerrar los ojos para que llegue el sueño.
Fuente: Saber Vivir
