Es muy usual que cuando nuestros pequeños se golpeen los pies, existan consecuencias sobre sus uñas, estos accidentes pueden provocar solo un hematoma debajo de la uña, o por el contrario, causar un daño en la cutícula e incluso romperla. Sin embargo, también se puede quebrar sin la necesidad de un golpe.
Te recomendamos, estar pendiente de la higiene de los pies de tus pequeños, buscar que tenga el largo correcto, adicionalmente, te aconsejamos conocer todos los consejos esenciales para actuar en caso de que se quiebre o haya una lesión, también para evitar futuras infecciones
En el caso de que debajo de la uña, exista un tejido o daño, te recomendamos presionarla ligeramente con una gasa hasta que pare, para facilitar el proceso puedes poner el pie en lo alto, después de parar el sangrado, debes lavar la uña y la piel con mucho cuidado con agua templada y jabón, y luego secar la herida sin enganchar la uña rota.
También es recomendable, dejar lo más corta posible la uña, sin embargo, es crucial que la uña esté desprendida de la piel; es decir, debes poder cortarla con facilidad y sin necesidad de forzarla. Usualmente, es necesario cubrir la herida si no pudiste cortar parte de la uña, este vendaje debes cambiarlo diariamente para evitar infecciones
Es fundamental que no vayas a arrancar la uña hasta que no se caiga por sí misma, si con el pasar de los días a tu pequeño le duele esta zona, puedes aplicar hielo envuelto en una toalla o paño para evitar quemaduras. Luego, poco a poco la uña irá creciendo poco a poco y deberás retocarla con mucho cuidado para que crezca de manera correcta, y en caso de que tengas dudas o veas algún signo de alarma te recomendamos llevarlo con un podólogo.